El telonero de la velada fue el músico multiinstrumentista Luigi Manzoni, quien lleva más de 10 años en la escena artística a nivel nacional e internacional. El mismo fue el encargado de romper el hielo y poner a calentar las gargantas de los presentes a las 20:00.
El reloj se puso en marcha e inició la cuenta regresiva para el inicio del show principal que arrancó puntualmente a las 21:00 con un “Buenas noches, Asunción, buenas noches, Paraguay”, para dar paso a una de las favoritas del público guaraní, Besos en guerra. El tema fue el primero de una veintena de canciones que corearon las más de doce mil personas que asistieron al lugar.
Hasta el Jockey llegaron niños acompañados de sus padres, jóvenes, adultos, abuelos, enamorados y varios corazones rotos que buscaron en las canciones de Morat la curita que necesitaban para sanar.

Hace mucho tiempo no se veía un concierto con tal calidad vocal, impecable efecto de luces, pirotécnica, papel picado y apoyo visual, los cuales se contrastaban a la perfección con cada canción, una más coreada o aplaudida que la anterior.
Martín Vargas Morales (batería), Juan Pablo Isaza (guitarra), Juan Pablo Villamil (guitarra), Simón Vargas Morales (bajo eléctrico) y Alejandro Posada (batería), los integrantes de Morat desde 2011, demostraron porque son los favoritos del público paraguayo. Cada uno tuvo la oportunidad de interpretar una canción y demostrar su destreza con los instrumentos, ya que tienen la habilidad de ser multiinstrumentistas.
506, Al aire, Porfa no te vayas, Segundos Platos, Aprender a quererte, Debí suponerlo, Punto y Aparte, Mi suerte, Idiota, Mi nuevo vicio, Yo no merezco volver fueron parte del repertorio de los chicos, quienes no perdían la oportunidad de interactuar con el público y derrochar carisma y talento en el escenario.
La noche se volvió más que especial, ya que el grupo interpretó por primera vez la canción Demasiado lejos, tema lanzado en la noche del pasado jueves en todas las plataformas digitales.
Momentos para recordar. Sin duda alguna, Morat dio cátedra de cómo hacer que una noche sea más que especial.
Las personas con discapacidad auditiva contaron con personas que se encargaban de traducir las canciones en lenguaje de señas, algo nunca antes visto en el país, así como las que contaban con algún inconveniente de movilidad motriz contaron con los guardias quienes los ayudaban a llegar a su lugar. Por otro lado, hubo dos jóvenes que aprovecharon el show para pedir matrimonio a sus novias. Las escenas se volvieron virales en redes sociales y los internautas se alborozaron con los futuros esposos.
Cuando el amor se escapa, Quédate otra vez, No se va, Cuando nadie ve, Amor con hielo, París, Llamada pérdida continuaron en el setlist del grupo, mientras el broche de oro fue el clásico Cómo te atreves.
Al final de la noche, los integrantes del grupo regalaron sus palillos y púas a los presentes.