Luego de varios años de tomar el control de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, Armando Javier Rotela, líder del Clan Rotela, fue sacado ayer de su fuerte, el Pabellón Libertad, o del sector como los internos lo denominaron La Jungla.
Armando Javier, considerado el zar del microtráfico, fue trasladado hasta la Agrupación Especializada de la Policía Nacional, para luego ser derivado al penal militar de Viñas Cué, como medida de seguridad.
El objetivo es mantenerlo aislado para desactivar su red de tráfico de drogas y brazo armado.
A las 03:00 de la madrugada de ayer, un contingente de más de dos mil agentes policiales y militares ingresaron al Penal de Tacumbú en prosecución del operativo denominado Veneratio, que busca recuperar de nuevo el control de dicha cárcel ante el dominio que tenía en el lugar el Clan Rotela.
El violento operativo arrojó 12 muertos; once reclusos y un agente policial del Grupo Lince, identificado como el suboficial Martín Mendoza. Además, se reportaron varios heridos entre uniformados e internos.
Esto, debido a los enfrentamientos registrados entre las autoridades de seguridad y los convictos en los pasillos y pabellones de la cárcel, teniendo en cuenta que los reclusos pusieron resistencia primeramente a la operación y trataron de evitar que los uniformados lleguen a la zona de La Jungla, donde Armando Javier Rotela se encontraba parapetado con armas de guerra, tres perros pitbull, su último anillo de seguridad y además estaba en compañía de su pareja, quien también vivía en el penal y está embarazada.
La Jungla. Tras varias horas de enfrentamiento, los uniformados lograron llegar hasta el pabellón donde estaba resguardado el líder del Clan Rotela, quien al percatarse de que estaba sobrepasado por las fuerzas de seguridad, tomó de escudo humano a su pareja y amenazó con matarla para evitar ser violentado por los intervinientes.
Luego pidió a los policías y militares que no lo maten y se entregó a las autoridades. En ese sector ya no hubo enfrentamientos ni resistencia, explicó el comisario Nimio Cardozo, jefe del Departamento de Antisecuestro de la Policía Nacional.
“Javier Rotela se refugió en la zona de Getsemaní; él le tomó a una embarazada para negociar. Él pidió piedad, tenía miedo de que se lo mate”, dijo el comisario Cardozo.
Sobre la residencia en el penal de la pareja de Rotela, el comisario señaló que, aparte de ella, fueron encontradas durante el operativo un total de 48 mujeres dentro de Tacumbú. “Hay muchísimas mujeres que se encontraron en el penal; ahora vamos a identificarlas”, agregó.
Además, el comisario resaltó que el Clan Rotela “tenía combustibles, lanzas, perros. Todos los fines de semana tenían un sistema de guardia, para prever esta intervención. La primera incursión estuvo a cargo del grupo táctico de la FOPE. Teníamos 1.100 militares y más de 1.200 policías. Tenemos apoyo aéreo. Un dato no menor es que se movilizaron vehículos y motocicletas de zonas aledañas al penal, de gente vinculada con estos grupos criminales, con intenciones de ingresar a la zona y dar apoyo a los internos”, detalló el comisario.
Asimismo, fueron hallados varios gallos de riña, además de un congelador que contenía todo tipo de carnes de animales silvestres y hasta un minisupermercado.
LAS CIFRAS
700 reclusos fueron trasladados a otras penitenciarías del país.
12 muertos se registraron durante el operativo, uno de ellos es un policía.
48 mujeres fueron encontradas dentro del Penal de Tacumbú.
Justicia no tenía conocimiento del operativo
El viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, admitió que el Ministerio de Justicia se enteró del Operativo Veneratio, que logró recuperar el dominio de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, recién en la última fase del procedimiento.
“Dicha información de cómo y cuándo sería el operativo tomamos conocimiento ya en la recta final de la planificación”, enfatizó a Radio Monumental 1080 AM.
Todo el operativo, que logró recuperar el dominio de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, se empezó a gestar en agosto pasado.
Nicora precisó que desde la planificación y, hasta el momento del operativo, se trabajó con mucho hermetismo. Comentó también que hubo una fuga de información, ya que los reclusos dentro de Tacumbú estaban en guardia permanente esperando al contingente.
Respecto a lo que sigue en cuanto al trabajo que se debe realizar en las cárceles en materia de seguridad y control, el viceministro respondió que “ahora hay un trabajo de fondo del Ministerio Público, de la Dirección de Derechos Humanos, la Dirección de Policía Criminal. En la penitenciaría hay mucho que hacer, en paralelo al operativo que ya terminó”.
¿Y después, qué? ”La pregunta es ¿cuál es la estrategia posterior (al procedimiento de ayer)? ¿Cómo van a lograr que no se comuniquen con sus integrantes?”, se preguntó el experto en criminología Juan Martens.
Sobre el punto, afirmó que “hay muchas cosas que reflexionar, más que nada que si el Estado tiene ganas e interés se puede volver al control de cualquier penitenciaría”. Además, sostuvo que “ya no es Javier Rotela nomás el líder, sino que también son los demás. Estuvieron distribuyendo su liderazgo en distintas penitenciarías”, remarcó.
Peña: “Basta de privilegios, de complicidad y de descontrol”
El presidente Santiago Peña presentó como un logro el operativo Veneratio en Tacumbú y se refirió a los privilegios de clanes que usan la penitenciaría como un centro de distribución de drogas y otros crímenes.
La seguridad era un asunto pendiente del Gobierno de Peña, quien culpó de los hechos delictivos en las calles al colapso en las cárceles.
“Basta de privilegios, basta de complicidad y descontrol y más que nada dijimos basta a un modelo penitenciario que convertía a las cárceles en verdaderas escuelas del delito y el crimen. Con firmeza y determinación, hemos realizado una operación histórica y sin precedentes con el fin de construir un país más seguro para nuestras familias”, expresó el mandatario en su mensaje desde Mburuvicha Róga.
El operativo se da poco tiempo después de desatarse una crisis que fue expuesta por el ministro Ramón Barchini, quien reveló que el Clan Rotela tenía infiltrados en todos los frentes. Según Peña, este grupo criminal era el principal distribuidor de droga. “Por décadas y a sabiendas de todos, el Penal de Tacumbú se convirtió en un centro desde donde operaban grupos criminales planeando asaltos y distribuyendo estupefacientes que envenenan a más de 90.000 jóvenes solo de Asunción y Central y a muchos más de todo el país”, expuso.
El presidente comentó que se logró desbaratar al grupo. En la mañana fue capturado el capo Javier Rotela. Peña calificó el hecho como misión patriótica, pero lamentó la muerte del suboficial ayudante Martín Mendoza.
Igualmente, el presidente comentó que la intención de su Gobierno es aplicar el modelo de trabajo para la reinserción, y la única manera posible es descomprimir las penitenciarías, además de “limpiarlas de los elementos que las pudren”. Aseguró que la tarea recién empieza. “Pido a todo el país su apoyo para que erradiquemos a estas bandas que han traído de afuera un modelo de vida al margen de la ley que no representa al Paraguay”, concluyó.