Un escritorio con un estante detrás con diferentes libros de texto, que acompañaron la educación de generaciones de estudiantes paraguayos, forman el set de grabación de la profesora Eulalia Álvarez Castellano de Benítez, una docente jubilada –ahora youtuber– que estrena su propio canal en la plataforma de videos, para conectar con docentes, padres y alumnos en un espacio de reflexión sobre temas actuales que deberían abordarse en el aula.
El canal de Youtube de la profe Eulalia cuenta actualmente con cinco videos donde, desde su experiencia, la docente habla de sexo, los mitos del amor, nuevos tipos de noviazgos, el sexting y responde a la pregunta crucial: ¿Están listos para iniciar su vida sexual? El espacio se lanzó en octubre de 2019.
–¿Cómo nació la idea de crear un canal de Youtube?
–Hace poco tiempo me jubilé y, por más que necesitaba un descanso, extraño demasiado enseñar, extraño demasiado conversar con los estudiantes, con los papás y las mamás, con las otras profes, y como le hinchaba a mi hija con mis nostalgias recordando todas las anécdotas y situaciones que vivía en la escuela, ella me dijo: –"¡Mamá, un canal de Youtube lo que vos necesitas! Ahí podés hablarle a un montón de gente de todo lo que pensás”, y así empezamos.
–¿A qué apunta el contenido de sus videos?
–Está pensado en las cosas que nos callamos las profes, a veces porque no tenemos tiempo ni espacio para analizar estas cosas en las escuelas. Viste que el trabajo docente es muy pesado, todo el tiempo tenemos que estar resolviendo cosas y no hay pausa, no hay ese espacio de reflexión. También pienso en que falta tiempo para dialogar más entre profes y mamás y papás; nos concentramos mucho en lo académico, el rendimiento, las notas, y se nos escapan un montón de cosas más emocionales que son aprendizaje también.
–¿Con quién trabaja para grabar, editar y subir el contenido a Youtube?
–Y principalmente mi hija menor me ayuda, a ella siempre le gustó el cine y hacer videos; entonces, aunque arma todo muy casero, queda lindo. Incluso sus amigas me ayudan a grabar, a veces me retocan el maquillaje y el peinado que es muy a mi estilo. Dos veces nos pasó que se cortó la luz, por ejemplo, pero mi hija dice que eso a la gente le puede dar risa y mejorar el canal, y la verdad que confío en su criterio. Para el contenido me ayudan mucho las conversaciones que tengo en los grupos de Whatsapp de ex profes, ahí les comento mis reflexiones, ellas también me dan sus opiniones y entre anécdotas y debates, voy viendo que hay temas demasiados fuertes que nos preocupan a todas.
–Háblenos un poco de la profe Eulalia
–Trabajé desde que tenía 20 años en el ámbito educativo. Pasé por casi todos los niveles, empecé trabajando en primaria y estuve varios años en el sexto grado, luego fui docente del tercer ciclo en donde finalmente trabajé como orientadora hasta mi jubilación. Estoy felizmente casada hace 39 años, tengo cuatro hijos y ya tengo tres nietitos, a quienes cuido con mucho gusto desde mi jubilación. Disfruto mucho de cuidar el jardín, mi pasión son las orquídeas, y ahora que tengo más tiempo libre me interesa mantenerme informada y actualizada sobre las cosas que pasan en este mundo tan cambiante.
–¿Qué le inspira para tratar los temas que desarrolla?
–La verdad que los temas van surgiendo a partir de las preguntas y sugerencias que me hacen las personas que ven mis videos. Me sorprenden positivamente las ganas de compartir las dudas y opiniones que tienen mis seguidores. En los grupos de Whatsapp también debatimos sobre los temas que afectan a adolescentes y a partir de eso voy armando mis programas.
–¿Qué desafíos enfrentan hoy los educadores?
–Los desafíos son muchísimos, la educación cambió demasiado, desde la época en que me formé como maestra hasta ahora que hay un montón de innovaciones. Creo que el desafío más grande que tenemos es que las generaciones de jóvenes son demasiado diferentes a como fuimos nosotros de jóvenes, pero a la vez sigue habiendo los mismos problemas que había en nuestra época.
–Como el embarazo adolescente…
–A mí me preocupa demasiado el embarazo en las adolescentes, eso es algo que siempre existió pero que nunca abordamos bien; a nosotros se nos asustaba supuestamente para evitar, nos daba vergüenza de preguntar, y acá vemos los resultados, por eso estamos como estamos, con niñas dando a luz todos los días. Si el miedo no funcionó con nosotros, menos con los jóvenes de hoy, que son mucho más vivos y acceden a información por la computadora o el celular, que no sabemos ni si son verdaderas o falsas. Es por eso que es importante que las personas adultas estemos dispuestas a hablar con ellos y orientar a los adolescentes en todos los aspectos de su vida, y la sexualidad es uno muy importante.
–¿Cómo evalúa el sistema educativo?
–Estoy indignada y preocupada, yo pensé que la educación iba a mejorar en el Paraguay, que nos íbamos a abrir al mundo y a avanzar en un montón de aspectos, pero hoy parece que ni lo básico podemos garantizar, se caen las escuela, los materiales están mal hechos y son mediocres muchas veces. Lo que rescato es que muchas de las docentes hacen hasta lo imposible para subsanar estas situaciones, ya que son ellas quienes finalmente están conviviendo y educando a los niños y jóvenes.
–Se habla de una transformación educativa. ¿Cuál debe ser la prioridad?
–Todavía hay mucho por mejorar en el sistema educativo. Como orientadora me tocó ver las situaciones difíciles que se viven en las escuelas, creo que una prioridad de la transformación educativa debería ser pensar en el bienestar del alumno, en cómo las escuelas pueden ayudar a mejorar su calidad de vida y su salud física, mental y espiritual. La formación docente también es algo a atender, tenemos que actualizarnos para seguir en la misma página que las nuevas generaciones, esa disciplina que funcionaba cuando nosotros éramos alumnos hoy ya no funciona y nos hace sufrir a ambas partes. También creo que es importante prestar atención a nuestros niños y jóvenes, muchas veces pensamos en cómo nos conviene a nosotros como docentes, como directivos o como políticos que sean las cosas y nos olvidamos de las necesidades de los alumnos.
–En uno de sus videos trata temas como el sexting. ¿Cuál es su postura sobre la educación sexual integral?
–Me parece que es importante darles información que sea precisa a los alumnos, según su edad también. Que aprendan sobre los cambios que se van dando en sus cuerpos, en sus emociones, en sus relaciones. La adolescencia puede llegar a ser muy difícil para los chicos y chicas. Necesitan acompañamiento de adultos que puedan dar consejos, que les escuchen. La adolescencia es una etapa en que muchas veces no entienden lo que les pasa, experimentan nuevas emociones, a veces no entienden lo que quieren. Y allí los adultos tenemos que ser capaces de comprender esto y no perder la paciencia. Trabajar con adolescentes es una gran oportunidad para hablar del amor, de las relaciones de pareja positivas, y de cómo evitar la violencia o prevenir el abuso. Estos son temas importantes de tratar porque es lo que están viviendo en esa etapa y generalmente nadie les habla de eso, entonces no saben cómo distinguir cuando sus noviazgos son saludables o no.
–Los estudiantes esperan que se les hable de eso…
–En el colegio podemos observar en los patios y pasillos y también escuchar en las conversaciones de los alumnos la necesidad que tienen de abordar estos temas, la sexualidad es su mayor curiosidad y el problema es que se informan entre ellos, a través de la pornografía... repiten historias que no son saludables. La sexualidad forma parte de todas las personas, es importante entender y aprender sobre sexualidad, y aprender que lo más importante en las relaciones tiene que ser el respeto a la otra persona. Si no brindamos la información que necesitan van a terminar buscando en Google o en cualquier parte.
–Y se exponen a peligros…
–Hoy en día son muchos los peligros para los jóvenes si no están informados: el sexting, el grooming. Es nuestro deber como adultos protegerles de esto y la única forma de hacer eso es educando. La familia es muy importante en este proceso. Lástima que muchos papás y mamás no saben cómo hablar con sus hijos, y otros no quieren hablar de estos temas.
–¿Por qué no quieren hablar?
–Muchas veces los padres tienen vergüenza de hablar de estos temas con ellos o están muy ocupados para acompañar de cerca, y cuando se empieza a hablar ya es demasiado tarde. También hay adolescentes que tienen miedo de preguntar a sus padres o de contarles cosas que ya hicieron sin su permiso, y terminan solos y sin adultos responsables con quienes conversar y es ahí cuando empiezan los problemas. Por eso también los docentes podemos ser aliados importantes en esta tarea educativa.
–Los padres casi ya no acompañan el proceso de educación de sus hijos. ¿Qué consejos les da?
–El mundo laboral de hoy en día hace que sea muy difícil para las familias acompañar de cerca a sus hijos en su formación. Por lo general papá y mamá trabajan todo el día y no tienen tiempo de mirar las tareas, de asistir a las reuniones o de encargarse de comprar los materiales necesarios para los proyectos áulicos. A estos padres les recordaría que una buena educación es el mejor regalo que podemos hacer a nuestros hijos y que si no tenemos tiempo de seguirles en todo, que al menos nuestros hijos sepan que nos importa que les vaya bien en la escuela y que les eduquemos para asumir sus responsabilidades de la mejor manera posible. También les diría que hablen con sus hijos desde que son pequeños, que en el medio de las tareas del día encuentren un momento para conversar sobre qué piensan, qué sienten, qué opinan de las cosas. Que traten de perder un poco la vergüenza porque esa confianza para hablar va a ser muy importante en la adolescencia y no se construye de un día para otro, sino día a día y con mucha paciencia.
–¿Qué consejos daría a los docentes?
–Les diría que intenten recordar siempre cómo eran ellos a la edad de sus estudiantes. La labor docente es cansadora y muy difícil de llevar si nos olvidamos de la empatía. También que se mantengan actualizados, tanto en pedagogía y didáctica como en cuáles son las músicas y los programas que ven sus estudiantes. Muchas veces hablarles de lo que ellos conocen es la mejor entrada para hablar de temas curriculares a los que no suelen prestar atención.