La decisión, explican los denunciantes del cuerpo docente y funcionarios administrativos que permanecen en el MEC, no responde a un rechazo hacia la mejora educativa de la transición del Conamu al Isnamu, sino a la preocupación por el manejo del proceso del cambio y las condiciones actuales en la que se encuentra la institución.
En el comunicado que enviaron a Última Hora, docentes y funcionarios del Conamu informaron que decidieron “no acompañar la transición” del Conamu al Isnamu, en “coherencia con sus principios profesionales y valores humanos”.
En un documento alegan su desacuerdo con el proceso, debido a la “falta de tiempo para una decisión informada”, al referir que aunque el proyecto del Isnamu se planteó hace años, se les otorgó solo 10 días para tomar decisiones que afectan “profundamente” a sus carreras.
“Este limitado plazo, sumado a la falta de información clara y accesible, generó incertidumbre y preocupación” en la comunidad educativa, expresan en un texto.
Exponen “la falta de comunicación y transparencia”, pues la comunidad educativa no fue informada adecuadamente sobre los objetivos, estatutos y cambios estructurales del Isnamu.
Las solicitudes formales de información fueron ignoradas y la comunicación institucional proyecta una imagen alejada de la realidad interna.
En tercer lugar, sostienen que la gestión del proceso es “autoritaria y unilateral”, debido a que “la administración centralizó decisiones críticas sin consulta ni respeto hacia las opiniones del cuerpo docente”.
Asimismo, sostienen que se dieron “cambios arbitrarios” en funciones y horarios.
“La desestimación de iniciativas académicas innovadoras y la falta de diálogo revelan un patrón de gestión que priorizó intereses particulares por encima de los principios educativos”, señalan.
Además, denuncian “deficiencias en infraestructura y recursos”, haciendo alusión a que las instalaciones del Conamu presentan condiciones insalubres y de un abandono evidente.
“La carencia de recursos básicos, tanto pedagógicos como tecnológicos, sigue siendo una constante”, añade el documento.
En la nota también exponen “persecución y maltrato”. Describen que el manejo de la “transición” creó un clima de presión laboral y falta de empatía, afectando gravemente a los docentes y llevando a varios de ellos a buscar oportunidades en otras instituciones.
Este comunicado, subrayan, “busca exponer con claridad las razones que nos llevaron a tomar esta decisión colectiva. Como grupo significativo de docentes destacamos que una fuga de talentos de esta magnitud, sin precedentes en la historia de la educación musical en Paraguay, debe ser motivo de reflexión profunda”.
Algunos de los firmantes del comunicado son Ada Inés Ávalos, Adriana Aquino, Aldo López, Ana Armadans, Andrea Ferreira, Bruno Muñoz, Chiara Benítez y Cynthia Jorgelina Torres.
La lista sigue con Dámaris Rodríguez, Delia Andrea Benítez, Diego Olmedo, Doris Cañete, Eber Soares, Edgar Siro González, Eduardo Báez, Fátima Abramo, Fernando Aquino, Gabriel Graziani, Graciela Bartolozzi, Guadalupe López Acosta, Gustavo Berenyi, entre otros.
En contacto con ÚH, la directora del Conamu, Virginia Aquino, señaló que en el transcurso del día emitirá un comunicado oficial con respecto a la denuncia de los ex docentes.