La subida, impulsada tanto por factores externos como las elecciones presidenciales en Estados Unidos, como por incertidumbres internas sobre la política fiscal brasileña, ha elevado la preocupación en la región fronteriza, donde el flujo de comercio en dólares es vital para la economía local.
La devaluación del real impacta directamente en Foz de Yguazú y Ciudad del Este, donde una gran parte de las transacciones comerciales se realizan en dólares. En las tiendas de la capital departamental, los precios de los productos importados están fijados en dólares, lo que aumenta los costos para los brasileños que cruzan la frontera para hacer sus compras.
Sin embargo, la variación en las casas de cambio de Ciudad del Este se muestra algo más favorable. Las cotizaciones del dólar presentaron diferencias que generaron opciones más competitivas para los consumidores, pero eso requiere, tener que recorrer las diferentes casas de cambio, cosa que muy pocos compradores brasileños realizan.
DEPENDIENTES. En Foz de Yguazú, se reportó dos tipos de cambio: El “dólar Azul” con una cotización de 5,50 reales para la compra y 5,90 para la venta, y el “dólar Blanco” a 5,20 reales para la compra y 5,75 reales para la venta por dólar.
Estas diferencias reflejan estrategias de las casas de cambio para atraer a los compradores en medio de la incertidumbre cambiaria y el incremento de la demanda de dólares en la región.
A medida que el dólar continúa su escalada, el panorama económico se muestra desafiante, especialmente para los comerciantes y consumidores en esta región de frontera entre Brasil y Paraguay. Mientras tanto, se espera una estabilización que permita reducir la volatilidad en el tipo de cambio y mejore las condiciones de comercio entre ambos países.
No es ningún secreto la alta dependencia que tienen estas dos ciudades hermanas. La paraguaya que ofrece lo último en materia de tecnología al más competitivo precio del mercado en Sudamérica.
Esta condición atrae a miles de compradores hasta Foz de Yguazú, movilizando una cadena de servicios, empezando por viajes ofertados a través de agencias, luego están los hoteles, restaurantes, entrenamiento entre otros, movimiento la economía de la vecina localidad brasileña.
Cuando el poder de compra de los brasileños se ven afectado por la subida del dólar, esto aplaza la venida a la región de las tres fronteras y con ello la cadena de servicio de Foz, se retrae, impactando en la economía de la ciudad. Si hay buen precio, convidado con un dólar bajo y estable, el flujo de turistas aumenta, movimiento la cadena de servicio que ofrece Brasil en esta frontera.