En un dramático relato, Dolly Filártiga, hermana de Joelito, recordó en entrevista con Monumental 1080 AM cómo le quitaron la vida al joven de apenas 17 años, quien estuvo en contra de la dictadura de Alfredo Stroessner. Además, recordó la lucha que llevó adelante para lograr que se haga justicia por el caso.
El joven Joelito fue hijo del médico Joel Holden Filártiga, un perseguido durante la dictadura stronista debido a la línea de pensamiento comunista que sostenía y la lucha que inició contra el uso de agroquímicos en los campos, además del trabajo cercano que llevaba adelante con las Ligas Agrarias.
A Joelito lo encontraron muerto y la Policía Nacional reveló que se trató de un crimen pasional e, incluso, atraparon al autor confeso; sin embargo, el doctor Filártiga y su hija Dolly, con 20 años en aquel entonces, descubrieron signos de macabras torturas en el cadáver.
La mujer relató detalladamente que el 29 de marzo de 1976 unos supuestos amigos de la familia insistieron a Joelito para salir a comer pescado por la noche, pero este se negó, ya que al día siguiente debía viajar a la ciudad de Ybycuí, donde vivía su padre, para una intervención médica en las amígdalas.
“Insistieron tanto que Joelito salió de la casa, y ahí lo golpearon y lo secuestraron. A él lo torturaron por dos horas, eran cuatro torturadores y dos médicos. Él no aguantó la tortura porque tenía problemas de amígdalas, y no sabía cómo manejar una tortura”, comentó Dolly.
Luego rememoró que la intención de los torturadores stronistas era que el joven firme en contra de su padre y lo delate como un pensador comunista.
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“Él no lo delató porque nosotros fuimos criados por un padre especial que siempre nos decía que no hay que delatar a los compañeros, porque una vez que empezáramos a hablar ya iba a ser imparable”, recordó.
“A Joelito le practicaron descargas eléctricas en sus genitales, le desgarraron las uñas, le destrozaron las muñecas, le dejaron el cuerpo totalmente magullado y hasta le pusieron un alambre en el pene. Le perforaron el mediastino para que se le pudiera poner formol”, refirió su hermana en su relato con una voz serena y con mucho temple.
El 30 de marzo, al día siguiente del hecho, el cuerpo fue hallado sin vida en el barrio Sajonia de Asunción. Por este caso, la Policía detuvo al supuesto autor confeso, identificado como Hugo Duarte Arredondo, quien, según lo manifestado por Dolly, fue amenazado para que se adjudicara el asesinato bajo el argumento de que el joven se habría relacionado con su esposa.
La causa se cerró con la supuesta culpabilidad del hombre. “Esa fue una fábula del régimen stronista”, expresó con suma seguridad Dolly.
Su aventura en EEUU en búsqueda de Justicia
A raíz de toda esa situación, Dolly decidió buscar Justicia para su hermano menor y denunció el caso de tortura ante las autoridades nacionales; pero, a pesar de ello, no lo consiguió.
Junto con su padre tuvieron la fuerte sospecha de que un jefe policial de Alfredo Stroessner, el comisario Américo Peña Irala, fue el responsable del crimen de Joelito, por lo que se hizo camino para dar con él. El hombre, justamente, era un vecino de la familia que residía en Asunción.
“A los 28 días de la muerte de Joelito, mi madre y yo caímos presas en el Buen Pastor. Las monjas no quisieron recibirnos en la cárcel y nos dieron la libertad condicional. A los dos años de la muerte de mi hermano, yo me escapé del país. La única salida que vi en aquel momento fue ir a buscar Justicia en otro lado”, contó.
Dolly dio con el paradero de Peña gracias a una carta que llegó a su casa, donde vivía con una tía, quien fue la que recibió el papel. La carta se remitía desde Estados Unidos y tenía como destinatario a un miembro de la familia Villalba, vecina de los Filártiga.
“Tanto queríamos saber qué decía la carta que mi tía y mi hermana despegaron la carta y, gracias a eso, supimos donde vivía Peña y todos los datos”, rememoró.
La mujer mencionó que ella soñaba con ir a los EEUU, por lo que, ante esa situación, decidió ir. Dolly no contaba con pasaporte, porque le secuestraron el documento, pero la Embajada americana le otorgó un permiso que le permitió viajar.
“Yo logro viajar con Joel, su padre, porque él tenía una invitación para hacer una exposición de sus cuadros y dar charla sobre derechos humanos, y yo le acompañé. Me fui con USD 100, tres ropas y a la aventura”, dijo.
Después de seis meses de vivir en el país norteamericano, Dolly logró dar con el paradero de Peña, con ayuda de un grupo de paraguayos que residían en el lugar. También acudió al Centro de Derechos Constitucionales de EEUU para buscar asistencia en el caso.
“Hasta el FBI (Oficina Federal de Investigación) me ayudó. Me traían fotos y yo tenía que identificarlo (a Peña) porque denunciamos que él estaba como ilegal. Él vivía en Brooklyn, Nueva York”, agregó.
El caso de Joelito fue investigado por la Justicia norteamericana, y el resultado fue la captura de Américo Peña Irala, a quien finalmente sindicaron como autor de las torturas que sufrió el joven.
El ex jefe policial fue condenado en 1984 por un juez estadounidense y también se ordenó al Estado paraguayo indemnizar a la familia de Filártiga.
“En EEUU me persiguieron mucho cuando se enteraron que buscábamos Justicia. Yo tuve que mudarme 29 veces en cuatro años. Atentaron varias veces contra mi vida, tengo muchas cicatrices en la cara. Me mandaron 52 pyragüe (informantes) y algunos malos periodistas, pero tenía que sobrevivir”, manifestó.
Siempre según el relato de Dolly, Peña tuvo mucho apoyo de abogados importantes de Paraguay; sin embargo, resaltó que se pudo hacer Justicia y se demostró su culpabilidad en EEUU.
Actualmente, la familia Filártiga espera el cobro de la indemnización de unos USD 39 millones por parte del Estado paraguayo a causa del asesinato de Joelito. El caso aún no cuenta con ninguna resolución.
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¿Cómo Joel Filártiga padre se hizo opositor de la dictadura stronista?
Dolly también brindó ciertos detalles de la historia de su familia, ya que fue consultada sobre cómo su padre, el médico Joel Filártiga, se convirtió en un férreo opositor del Gobierno de Alfredo Stroessner.
“Hay varios factores. Mi abuelo era gente respetada en Mbuyapey, (Departamento de Paraguarí); era gente buena, que ayudaba a su pueblo. Él era exportador de tabaco a Holanda, y Stroessner antes y después de ser presidente se iba a la casona de mis abuelos a festejar su cumpleaños, era muy amigo de la familia”, rememoró.
Dolly contó que su padre vivía al estilo inglés, en el monte, cuando tenía la edad de 15 años y, en una oportunidad, su abuelo le pide que le dirija a Alfredo Stroessner al baño, cuando aún no era presidente del Paraguay.
“En ese momento, Stroessner le orina a Joel por su zapato y le dice que él iba a tener todo el poder”, confesó.
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La mujer mencionó que su padre se formó como opositor desde muy joven y, apenas tuvo la capacidad de demostrar, lo hizo con reuniones, colgando panfletos por las calles, adoctrinando campesinos, entre otras medidas.
El galeno cayó preso en innumerables ocasiones, pero nunca lo mataron, por la relación de amistad que tenía el dictador con la familia Filártiga y porque su conocimiento en medicina le permitió aguantar muchas situaciones.