Dolph Lundgren, el villano de una de las entregas de la saga Rocky, confesó que padece esta enfermedad en una entrevista en el programa estadounidense In Depth With Graham Bensinger, dirigido por el periodista que le da nombre.
El actor de Los Mercenarios (The Expendables) y Soldado Universal (Universal Soldier), de 65 años, explicó que ha estado trabajando con profesionales médicos para tratar tumores cancerosos desde que le detectaron el primero de ellos.
En un momento de este proceso —relata durante la entrevista—, le dijeron que le quedaban dos o tres años de vida, pero buscó una segunda opinión y recibió un tratamiento que redujo sus numerosos tumores hasta en un 90% el año pasado.
Los promotores del programa explican que pasaron dos días en Los Ángeles con este actor, un ingeniero químico de 1,96 metros, convertido en villano en el cine y en experto en artes marciales que rápidamente saltó a la fama en películas de acción.
Durante la entrevista, habla de los altibajos de su relación con el actor Sylvester Stallone, con el que compartió protagonismo en Rocky, y de cómo su enfermedad le ha dado una nueva oportunidad en la vida.
El cáncer —explica— le ha ayudado “a luchar contra los demonios de su pasado y reparar las relaciones con sus seres queridos”.
Durante el programa también intervienen la hija de Dolph, Ida Lundgren, su prometida Emma Krokdal y la doctora que le ha tratado, Alexandria Drakaki.
El periodista y el actor también aprovechan el programa para visitar la “meca del culturismo” en Venice Beach (California), donde se les une Arnold Schwarzenegger, compañero de entrenamiento y de profesión y amigo de Lundgren desde hace mucho tiempo.