La convocatoria se realizó para conmemorar el Día Internacional de las Trabajadoras del Servicio Doméstico, que se recuerda cada 30 de marzo. Las madres, hijas y abuelas, que de lunes a sábado salen de sus casas para dedicarse enteramente a cuidar otras, aprovecharon su día libre para expresar sus inquietudes.
El punto de encuentro fue la Plaza Uruguaya. Desde allí, las mujeres de distintos puntos de la capital y del interior, asociadas al Sindicato de Trabajadoras Domésticas del Paraguay (Sintradop), al Sindicato de Trabajadoras Domésticas y Afines de Itapúa (Sintradi) y a la Asociación de Empleadas del Servicio Doméstico del Paraguay (Adesp), marcharon sobre la calle Palma hasta llegar a la Plaza de Armas, frente al Congreso.
Con bebés en brazos, pancartas y al son de las cornetas, muchas de estas trabajadoras denunciaron que el propio Código Laboral paraguayo restringe sus derechos y las discrimina, porque trabajan más de 12 horas, el salario que perciben es 40% del mínimo legal y no pueden defenderse ante los despidos arbitrarios, afirman las manifestantes.
el trabajo. Celsa Barrios tiene 60 años, vive en la Chacarita y empezó a trabajar en el servicio doméstico desde muy joven. “El trabajo es muy duro”, comenta mientras exhibe el disfraz de pulpo que en cada tentáculo sostiene un elemento de limpieza. “Necesitamos muchas manos para planchar, lavar, cocina y cuidar a los niños”, expresó.
Como Barrios hay muchas abuelas que no viven del dinero de la jubilación, aunque hayan trabajado más de treinta años. Al no estar aseguradas, se ven obligadas a no renunciar a los pocos ingresos que tienen para poder comprarse medicamentos.
Librada Maciel, secretaría general de Sintradi, relató que hace un mes una doméstica sufrió un accidente, se rompió un brazo, los patrones la asistieron, pero ahora no puede trabajar. “Por eso es importante para nosotras la igualdad de derechos”, comentó la dirigente, que llegó a Asunción con 150 trabajadoras para participar de la marcha por la dignidad laboral.
Por su parte, Mirna Agüero, de Sintradop, destacó que las mujeres seguirán luchando por la igualdad de derechos, las ocho horas laborales, sueldo mínimo y seguro y jubilación. “Abuelas, madres e hijas trabajan como domésticas. Nuestras hijas y hermanas ya empiezan como niñeras”, destacó Agüero.
En el país, una de cada cinco mujeres trabaja como doméstica y, según estimaciones, unas 200.000 paraguayas realizan esta labor, que, podría decirse, se está tornando en una ocupación que pasa de generación en generación.
El proyecto de ley de trabajo doméstico fue presentado por el senador Derlis Osorio y ya cuenta con el dictamen favorable de la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Senadores.