15 ene. 2025

¿Dónde nace la violencia?

Antes que nada, hay que comprender que, una cosa es el uso de la fuerza en pos de la supervivencia y la evolución y otra muy distinta es la aplicación de la crueldad a sangre fría, de la furia, del odio y de la maldad por puro placer o de la violencia por la violencia misma, sin ningún tipo de justificación o pretexto.

Si la violencia hacia los desconocidos difícilmente se puede entender, menos aún se comprende la violencia entre los miembros de una misma familia. Podría decirse, que la violencia humana tiene su origen en aspectos culturales, o más concretamente, tiene sus raíces en los conocimientos, tradiciones, usos y costumbres de los pueblos, quizá desde hace miles de años. Si efectivamente la violencia tiene su componente hereditario o genético y que se manifiesta como instinto de sobre vivencia, también habremos de reconocer su componente cultural.

Las conductas violentas o sus distintas manifestaciones se aprenden, y muchas de ellas, en el seno de la familia. Si al encuentro con la violencia desde temprana edad le agregamos la influencia de los medios masivos de comunicación y del cine y los videos que promueven constantemente modelos de personas violentas, entenderemos las razones por las cuales la violencia ha llegado a ser parte de la vida cotidiana de muchas personas.

Existen muchas teorías, que asumen que el conflicto es un aspecto inevitable de todas las relaciones humanas, sin embargo, la violencia como forma de manejar estos conflictos no lo es. Este conflicto es necesario por ser parte de un proceso por el cual las inequidades y divergencias son superadas, dando como resultado un cambio social positivo. En ese sentido, la violencia no es perniciosa; pero el uso de la coerción, incluyendo la fuerza y la violencia para resolver las diferencias, sí ocasiona un problema de gran índole en nuestra sociedad actual. Esta forma de lidiar o enfrentar el conflicto da cuenta de un bagaje limitado de estrategias tales como capacidad para negociar, habilidades para una adecuada comunicación y tolerancia a la frustración o al estrés; todas necesarias para construir un vínculo de pareja saludable.

Factores externos que contribuyen

No comprender las causas de la violencia puede conducir a que se tome decisiones o estrategias ineficaces; es por ello que identificar las principales causantes es fundamental, estos podrían ser los puntos generadores o factores externos que contribuyen a que una persona se violenta, podría encontrarse además del aspecto cultural mencionado, también en el alcoholismo, la intolerancia, la drogadicción, la ignorancia, los celos y la falta de moderación y control. Los factores económicos en la generación de la violencia no son menos importantes. Como se sabe, desde hace varias décadas que vivimos una crisis económica en nuestro país, con ella se ha incrementado de manera importante el desempleo y se ha disminuido el poder adquisitivo de muchas familias. El estrés por la falta de recursos económicos, el abuso del alcohol y la drogadicción, asociados comúnmente con la pobreza, pudieran estar también relacionados con la violencia.

Una característica singular de la violencia es su capacidad para multiplicarse y para expandir sus dinámicas y sus consecuencias. Tenemos la percepción de que vivimos en una sociedad cada día más violenta. Esta sensación influye poderosamente en los niños y adolescentes. La agresividad es una reacción fisiológica en el ser humano que puede derivar en violencia a lo largo de un continuum. Cabe destacar a la agresividad fisiológica, que incluye comportamientos con mínimos efectos negativos en el desarrollo psicológico de los niños, adolescentes y de su entorno.

El mayor nivel de agresividad en los humanos se presenta de los 2 a los 3 años, con una trayectoria descendente que solamente va a mostrar una nueva elevación al llegar a la edad adolescente. Se trata de una conducta temporal, cuya intensidad y frecuencia suelen disminuir como resultado de una intervención mínima o nula.

Alma Segovia (*)
(*) Magíster en Sicología Clínica y Especialista en Sicología Jurídica y Forense - CENPCI.org

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