No se termina de aplicar una sanción ejemplar y definitiva a los rusos por un sistemático plan para acaparar medallas, y proteger a sus deportistas al alterar las muestras, cuando fueron anfitriones de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014.
Puesto al descubierto por un informante, que fue el ex director de su laboratorio antidopaje, la magnitud del dispositivo jaqueó al Comité Olímpico Internacional en cómo responder a lo hecho por Rusia. Ya por esta razón Rusia no había sido admitido deportes en Río 2016.
Cinco años después el libreto de la trama sigue repitiendo historias.
Los Juegos Olímpicos de Tokyo, que se inaugurarán el 24 de julio próximo. Será la tercera cita olímpica consecutiva con el tema del dopaje ruso.
Recibí las noticias en tu celular, unite al canal de ÚH en WhatsAppSegún la Agencia Mundial de Antidopaje (WADA) -siglas en inglés-, Rusia sigue sin cumplir el reglamento, por esta razón, están vetados en las grandes citas deportivas en los próximos cuatro años. La sanción comenzará con los Juegos de Tokio y abarcaría hasta la Copa Mundial de fútbol de 2022. Si bien es cierto que el COI opta por castigar a los inocentes por los pecadores, atletas rusos limpios podrán optar por competir bajo bandera de los anillos olímpicos.
Es un vicio interminable con el que el deporte siempre convive, pero no lo extermina y sigue su curso.