Por aborto y privación ilegítima de libertad, con pedido de prisión, imputó ayer la fiscala Vivian Coronel a Grabiela Caballero Aguirre (53) y Mari Liz Caballero Aguirre (30), detenidas en la madrugada del domingo, en una clínica clandestina.
Ambas participaron del procedimiento de aborto de una niña de 11 años, quien había sido embarazada por su padrastro, que había abusado de ella en forma sistemática durante dos años, en Ciudad del Este.
El autor del crimen se encuentra con paradero desconocido, desde la aparición de la niña. Esta estuvo tres días desaparecida, tiempo en que había sido llevada por el padrastro a una vivienda del asentamiento Paz del Chaco de CDE, donde las mujeres ahora detenidas le realizaron el aborto.
La fiscala confirmó que la niña solo recibió arroz hervido durante los tres días, en que fue mantenida encerrada en una pieza nauseabunda.
“Al padrastro le vamos a imputar una vez que terminemos algunas diligencias que estamos realizando, en rebeldía. Ya que hasta el momento no se puso a disposición del Ministerio Público”, afirmó ayer Coronel.
La víctima es la mayor de tres hijos que tiene la madre, quien hace dos semanas tuvo el tercero y se encuentra con un delicado problema visual ocasionado por un tumor cerebral, que prácticamente la tiene convaleciente, de acuerdo con lo indagado por el Ministerio Público. Mientras, el padrastro se ausenta bastante tiempo de la casa, por cuestiones laborales. Sin embargo, se sabe que estuvo abusando sexualmente de la niña desde los 9 años.
EDUCAR EN LA INFANCIA. La ministra de la Niñez, Teresa Martínez, hizo declaraciones con respecto al tema en contacto con Monumental, asegurando que falta concienciar ya desde temprana edad a los niños que todos somos iguales.
“Acá tenemos un serio, pero serio problema en la concepción de la niñez en el país. Todo lo que vemos como el accionar de estos que son realmente criminales es un pensamiento que tienen del niño como un objeto del que pueden hacer algo”, detalló.
Refirió que no puede ser que si concebimos a los niños como sujetos de derechos igual a nosotros, podamos hacerles tanto sufrimiento.
“Tenemos que empezar desde la primera infancia en educar a los niños a que el otro es semejante, igual... Hay algo que no podemos hacer que es entrar en las casas y concienciarles, estamos tratando por todos los medios de generar ese involucramiento y ya hay reacción social”, dijo.
Lamentó el abuso cometido por el padrastro y que además, otras personas se hayan prestado para acompañar, realizando el aborto.
“Es increíble la magnitud a la que pueden llegar y tener acciones como estas y someterla a semejante vejación en un cuerpo tan pequeño a una niña”, expresó la ministra.