Arnaldo Giuzzio, titular del Ministerio del Interior, confirmó que los datos del supuesto narco José Luis Bogado Quevedo, con 34 procesos abiertos en Brasil, fueron modificados unas 27 veces en la base de datos de la Policía Nacional, según el historial de la base de datos.
“Se contabilizaron 27 ingresos al sistema de la Policía para modificaciones de oficios con algunos usuarios ", señaló.
Aseguró que lo que pudo ver fue que muchos de estos cambios se realizaron este 31 de enero, tras el tiroteo ocurrido en el concierto Ja’umina en el anfiteatro de San Bernardino, donde fallecieron dos personas y resultaron heridas otras cinco.
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Serían dos usuarios los responsables de las modificaciones, mientras que los investigadores aún buscan determinar si existe un oficial superior que tenga el deber de controlar estas modificaciones. Para ello ya se designaron a técnicos del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic) y del Ministerio del Interior.
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Ante esta situación Giuzzio dispuso que el jefe de dicho departamento, Tomás Cardozo, sea separado del cargo, al igual que ambos suboficiales responsables de las modificaciones, quien también se encuentran bajo sumario.
Afirmó que con esto se descarta la hipótesis de que se trate de un error involuntario la carga de datos. “Nos preocupa que si esto pasó con uno, qué pudo haber pasado con mucho otros”, lamentó el secretario de Estado.
El comisario general inspector Francisco Andino explicó que se procedió al análisis del proceso de carga, donde se descubrieron las manipulaciones irregulares.
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Andino reconoció que existe una debilidad en el sistema de carga de oficios judiciales y que se trabajará para fortalecer el sistema. Giuzzio mencionó que los suboficiales son de apellido Ayala y Vargas, uno de ellos de oficina regional de Ñeembucú. Este último es Ramón Vargas, quien sostuvo que modificó los datos “por error”.
José Luis Bogado Quevedo es sindicado como el líder de una gavilla y sería el blanco de tiroteo ocurrido en el concierto Ja’umina en el anfiteatro de San Bernardino, donde fue asesinada la empresaria e influencer Cristina Aranda y otro hombre identificado como Marcos Rojas Mora.
