El dueño del Frigorífico Concepción, el brasileño Jair De Lima, negó haber coimeado o recibido un pedido de coima para el levantamiento de las sanciones sobre su empresa.
El empresario dio su versión y habló sobre el presente y el futuro de su compañía en conferencia de prensa.
Explicó que el encuentro que tuvo con Carlos Trapani, ganadero y ex presidente de la Rural, fue para darle un sobre con documentos que respaldaban las importaciones de carne cuestionadas.
Este encuentro se realizó a pedido del presidente Horacio Cartes, quien solicitó a través de mensaje de texto a De Lima que entregara a Trapani todos los documentos para considerarlos. “Entregué todos los documentos a Trapani, pero no hablé con él sobre una coima”, continuó su relato.
De esta manera, desacreditó al ganadero, quien denunció el pago de una coima de USD 500.000 al ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, y al ministro de Agricultura y Ganadería, Luis Gneiting.
Recordemos que el ingreso irregular de carne brasileña desembocó en una intervención al frigorífico, una multa de casi USD 3 millones por parte del MIC y el cierre de la exportación a los mejores mercados por un mes. A inicios de esta semana se anunció que la multa empezó a pagarse, mientras que el levantamiento de la sanción se confirmó el martes.
no accionarán. “Trapani repitió lo que una tercera persona le dijo”, cuestionó, por su parte, el abogado de la empresa, Pedro Ovelar. Pese a restarle valor a la denuncia, dijo que no accionarán judicialmente porque la compañía tiene en este momento “otras prioridades”, especialmente del tipo económico.
“Hoy el problema es económico, no jurídico (...) por ejemplo, todavía no se habilitaron todos los mercados”, señaló el jurista.
En ese sentido, dijo que la empresa ha sido protagonista de todas las auditorías, sanciones, multas, de tal manera a “golpearla de muerte”. Con ello, afirmó que Frigorífico Concepción “no se siente beneficiado por el Gobierno” de ninguna forma. Reiteró que la empresa tuvo una “falta administrativa” y que las consecuencias fueron desmedidas.
“Se tuvo una pérdida de USD 30 millones por mes. El daño está hecho y continúa”, manifestó. “Acá hay una cuestión política que excede nuestra capacidad de respuesta”, agregó.
De Lima aprovechó para reiterar que considera que la multa a su empresa fue “sumamente alta”, pero que tiene entendido que los que la cobran reciben una comisión, por lo que se estableció el mayor monto posible.
A FUTURO. Pese a todo lo relatado, De Lima dijo que continuará invirtiendo en Paraguay, y que en estos momentos la empresa ya no corre peligro de cierre.
Aseguró que la carne ingresada desde Brasil fue vendida al mercado local, y no existe tal reexportación, algo que pondría en riesgo el estatus sanitario del país.
Por ello lamentó la sanción de prohibición de importación que pesa sobre la empresa por un periodo de un año.