Washington será testigo de la asunción del presidente número 47 de los Estados Unidos. Donald Trump va a jurar ante el presidente de la Corte Suprema de Justicia, invitados especiales, prensa de todo el mundo y miles de norteamericanos.
Desde el 6 de enero del 2021 las cosas cambiaron en los Estados Unidos. Ese día una turba tomó el Capitolio y con ello cambiaron los protocolos para siempre.
Es por ello que en medio de un dispositivo sin precedentes, con una ciudad casi blindada, más que nada en los alrededores de la Casa Blanca y el Capitolio, comenzó el montaje de las grandes estructuras, en las cuales se desarrollarán los actos principales de la asunción de Donald Trump. Su llegada se da en medio de la euforia de sus seguidores, la incertidumbre y la esperanza.
Para los actos protocolares, el Gobierno de los Estados Unidos destinó 11 millones de dólares para organizar la transición, pero este monto no es suficiente. La ley que garantiza una transición de poder ordenada fue promulgada en 1963, y entre sus modificaciones establece el monto que se destina para este evento; en este caso son 11 millones de dólares, pero muchos consideran que no es suficiente y la misma legislación habilita la donación de particulares.
Con estos fondos no solo se organizan los actos protocolares, sino que se busca blindar la institucionalidad y la transferencia ordenada del liderazgo en los primeros 60 días.

Los eventos, que durarán 4 días y comenzarán a partir de mañana, estarán coordinados y ejecutados por 4.000 funcionarios políticos, del Gabinete y personal de alto rango de la Casa Blanca.
La mudanza presidencial es otro de los protocolos poco conocidos, pero muy especiales en el proceso de traspaso de mando. Los trabajos en la Casa Blanca comenzarán a las 04:00 de la mañana del 20 de enero, cuando se den los primeros arreglos en el jardín.
A las 08:30, el personal se despedirá de Biden; y desde las 10:00 de la mañana, cuando los actos oficiales comienzan, llegan los camiones vacíos para llevar las pertenencias del ex presidente e inmediatamente llegan los que están cargados con las pertenencias de Trump. Todo esto debe realizarse en menos de 2 horas, ya que una vez terminado el juramento todo debe estar listo y ordenado.
Mientras todo esto se prepara, la ciudad de Washington luce aún blanca por las intensas nevadas de los últimos días que han dificultado de sobremanera la instalación de las estructuras para los actos protocolares y los conciertos al aire libre.
Lejos de los protocolos de la toma de poder, los hispanos discuten en voz baja en cada rincón donde les toca estar la suerte que les depara desde el 20 de enero en adelante.
Si Trump convierte en realidad sus promesas de campaña, desde ese día miles de indocumentados deberían abandonar los Estados Unidos.
Trump arranca su último periodo presidencial rodeado de interrogantes y esperanzas, que van desde lo económico hasta lo político: Su visión con China, el conflicto entre Rusia y Ucrania, las relaciones con Cuba y por sobre todo el relacionamiento con Sudamérica y especialmente Paraguay. Lo único cierto es que desde el 20 de enero aparecerán las primeras respuestas.