Tras el fuerte golpe que significó la pandemia por el Covid-19, la economía paraguaya atravesó años de altibajos en el crecimiento del producto interno bruto (PIB), que a su vez se vieron acompañados de una inflación inusitadamente alta (en 2021 y 2022). Sin embargo, en el 2023 se tuvieron buenas noticias, concretando un año de crecimiento económico en torno a 4,5% y una variación del índice de precios al consumidor (IPC) de 3,7%, el nivel más reducido desde la irrupción del coronavirus.
Al respecto, el analista económico Amílcar Ferreira indicó que el año terminó con un balance positivo para la economía nacional, destacando sobre todo el papel del sector agrícola, que logró recuperarse de la crisis provocada por la sequía (en el 2022). “El clima se comportó bien y con un buen régimen de lluvia tuvimos una plena recuperación después de la caída el año anterior de la exportación de soja, y los precios internacionales estuvieron acompañando muy bien”, sostuvo.
Agregó que otros sectores, como el comercio de frontera, también cerraron el año con buenos números, por encima de la prepandemia inclusive, y que esto permite concluir que la dinámica en términos generales fue positiva. “Quizás el único sector que se vio desacelerado es el de obras públicas, por las restricciones presupuestarias y el año electoral, también, como las elecciones son en abril y recién (el nuevo gobierno) asume en agosto, se genera un periodo en el cual la ejecución disminuye, pero el crecimiento va a ser el más alto de Sudamérica”, indicó.
reformas. Igualmente, Ferreira comentó que los procesos de reformas necesariamente deben formar parte de los balances del 2023, resaltando la ley que crea la Superintendencia de Pensiones en Paraguay. “Es un primer paso, en una serie de reformas de fondo que hay que ir haciendo, pero con algunos pequeños retrocesos, digo yo, como el tema del fortalecimiento institucional, que es una necesidad prioritaria en esta etapa de la historia. Creo que los nombramientos en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados fueron de contramano a ese proceso de volvernos un país más serio y cerca del grado de inversión, pero el balance es de un buen año económico”, consideró.
Por su parte, el economista Fernando Masi, director del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), indicó que en términos de crecimiento económico, Paraguay recuperó en 2023 la tendencia que se tenía en el periodo 2010-2018, recordando que en 2019 se tuvo nula expansión del PIB y que luego ya se vino la pandemia. “En esa década hemos tenido un promedio de 4 a 4,5%, y ese número es una tendencia de crecimiento de los últimos 10 a 15 años, pero a diferencia de entre 2003 a 2013 donde crecíamos un poco más, tiene poco impacto o repercusión (aumento del producto) sobre los niveles de pobreza y vulnerabilidad”, comentó.
En ese sentido, señaló que si Paraguay continúa teniendo niveles de expansión en torno a 4%, se va a tener siempre la característica de poco impacto en los bolsillos de la ciudadanía en general. “El crecimiento económico del Paraguay se da sobre una matriz productiva que tiene una característica dual; es decir, por un lado, hay un sector muy competitivo y muy productivo que es el sector primario mecanizado, que son las agroindustrias y algunas otras conexas, algunos sectores de servicios, pero, por otro lado, en donde se concentra la mayor parte del empleo la productividad es escasa, al igual que los ingresos, en las mipymes, en la agricultura familiar campesina... y hay una concentración de recursos e ingresos en una parte de la matriz que es la que emplea menos”, subrayó.
Considerando esta situación, Masi señaló que nuestro país requiere un crecimiento económico del 6% al 7% para lograr un efecto relevante sobre el sector mayoritario de la población local. A su vez, instó a propiciar mayores inversiones en materia de energía limpia, que está disponible en el país.
4,5% es el crecimiento económico que se prevé para el cierre de 2023, conforme al Banco Central del Paraguay. Con esto, nuestro país será el de mayor expansión del PIB durante el año.
3,7% es el resultado final que se tuvo en materia de inflación, medida por la variación del índice de precios al consumidor (IPC). El año anterior los precios aumentaron en más de 8%.
La carne bovina logró ingresar al exigente mercado de los EEUU
En un año marcado por desafíos financieros y una tendencia a la baja en el sector ganadero, la carne vacuna de Paraguay logró conquistar exigentes nuevos mercados, como el de EEUU.
Tras 25 años de espera, en el 2023 la carne vacuna nacional obtuvo el significativo acceso al mercado de los Estados Unidos, un destino altamente demandante en términos de estándares de calidad y requisitos sanitarios.
Hasta 1997, Paraguay exportaba carne enlatada o el famoso vaca’i al país norteamericano, pero se dieron algunas regulaciones, debido a que no cumplía algunas obligaciones que imponía esa nación.
En el 2008, Paraguay no pasó una auditoría de verificación de frigoríficos, hasta que en el 2021 se inició de nuevo el proceso para acceder al mercado.
En mayo de este año, la etapa de comentarios públicos para el ingreso de la carne paraguaya a su mercado culminó, mientras que para el 9 de noviembre el Gobierno estadounidense anunció oficialmente la apertura de su mercado para la proteína nacional.
Avance. Finalmente, a inicio de este diciembre, EEUU habilitó a nueve frigoríficos paraguayos para realizar los envíos, los cuales arrancaron a partir del 15 de este mes, sumándose a los 50 destinos que tiene la proteína paraguaya.
Según afirmaron tanto desde el ámbito del Servicio Nacional Calidad y Salud Animal (Senacsa), como referentes del sector cárnico, para el primer año se proyecta exportar 10.000 toneladas de carne a los EEUU y la reapertura representa un logro trascendental.
Además, significa una carta de presentación para acceder a nuevos mercados exigentes, apuntando próximamente a Japón, Corea del Sur y México. Los destinos principales de la carne actualmente son Chile, Taiwán, Brasil, Rusia e Israel.
Además de la apertura al mercado estadounidense, días pasados Perú habilitó más frigoríficos paraguayos para envíos de carne, mientras que Canadá confirmó la habilitación para la carne local, aunque Paraguay sigue a la espera de la homologación y habilitación de frigoríficos para ese mercado.
Otro aspecto que el sector celebra es la reciente promulgación de la Ley de Identificación Animal y apuntan a identificar a 3 millones de terneros en los primeros años, con lo que se podrá mejorar en trazabilidad, sanidad animal y seguridad sanitaria de los alimentos.
En 2023, Paraguay cuenta con una población bovina de 13.486.617, distribuida en los diferentes departamentos del país, concentrándose la mayoría en el Chaco paraguayo.
En materia de envíos, conforme a las estadísticas del Banco Central del Paraguay (BCP), las exportaciones de carne y menudencias bovinas de nuestro país alcanzaron USD 1.461,7 millones a noviembre de 2023, representando una disminución de 13,6% con respecto a noviembre del año anterior, mientras que, en términos de volumen, se registró una disminución de 5,2% interanual.
10.000 toneladas de carne paraguaya se prevé exportar a los Estados Unidos en 2024, tras la rehabilitación.
13.486.617 es la población bovina total de Paraguay, concentrándose la mayoría en el Chaco paraguayo, según los datos.
1.461,7 millones de dólares representaron las exportaciones de carne y menudencias al cierre de noviembre.
La tasa de interés de política monetaria se encaminó a la baja y cerró en 6,75%
La alta inflación que se tuvo en 2021 y en 2022 (años en los cuales el índice de precios al consumidor aumentó por sobre el rango meta oficial) obligó al Banco Central del Paraguay (BCP) a establecer una tasa de política monetaria (TPM) restrictiva, impactando en los tipos de interés del mercado por varios meses.
Sin embargo, las noticias positivas sobre la inflación en el 2023, junto con un escenario internacional más favorable, permitieron a la banca matriz dar arranque a un proceso de reducción de la tasa referencial, que arrancó el año en una referencia de 8,5% y lo cerró en 6,75%; es decir, finalizó con una diferencia negativa de 1,75 puntos base. En este nuevo escenario, de inflación más estable y una tasa de política monetaria más reducida, los tipos de interés del mercado paulatinamente están marcando también un camino de descenso, que apunta a continuar durante los primeros meses del 2024.
Entre las consideraciones para los recortes de la TPM, se encuentra el adelanto de las expectativas del primer recorte a realizarse en el 2024 de las tasas de interés de la Reserva Federal, el comportamiento alcista de los índices bursátiles internacionales y la tendencia a la baja de los precios del petróleo y los commodities.
En cuanto al plano local, los datos de los indicadores de corto plazo y del índice de confianza del consumidor (ICC) están mejorando y este último se mantuvo en zona de optimismo, mientras que la inflación interanual se ubicó en 3,7%. Adicionalmente, las expectativas de inflación se han mantenido alineadas a la meta del 4% para todos los horizontes, lo que también incidió en las decisiones adoptadas por el Banco Central.
4 meses consecutivos de recortes de la tasa de política monetaria se registran en el país, desde setiembre.
8,5% anual es la tasa de referencia de política monetaria con la cual se dio inicio al año. Bajó en 1,75 puntos base.