Refiere que el aumento fue impulsado principalmente por el contrabando, que, a su vez, tuvo como principal causante a la inflación, además de la brecha cambiaria con países vecinos.
“Una de las cuestiones que impulsó ese movimiento por fuera de lo formal es la inflación y también la brecha cambiaria en especial con Argentina”, sostuvo en entrevista con ÚH el economista Jorge Garicoche, quien destacó que en los últimos años la economía subterránea ya iba en aumento.
Al respecto, el documento señala que en 2021 se estimaba en 44,3% del PIB, mientras que en 2022 subió a 45,9% del PIB, USD 22.019 millones, como un efecto pandémico ante el aumento del trabajo informal de la “economía de subsistencia”. En tanto, afirma que el año pasado no hubo indicios de que el número de la informalidad por subsistencia haya aumentado, ya que los datos incluso revelan que hubo una leve disminución del sector informal y la población inactiva.
ENCUESTA. Para evaluar el comportamiento del contrabando, se acudió a una encuesta de percepción en Asunción y ciudades de Central, con un muestreo de 500 personas que realizaban compras del hogar de forma regular.

El 57% de los mismos se dedica a actividades formales y el 47% es informal, mientras que 1 de cada 5 de ellos admitió comprar de puestos de ventas informales con productos traídos principalmente de Clorinda, impulsados mayormente por la diferencia en el precio. El 30,6% de los encuestados consideraron que el contrabando les afecta de manera positiva, 32,0%, de forma negativa y 37,4% lo consideró como algo neutral.
“Lo notable es que los puntos de venta reconocidos por incluir en su oferta productos de contrabando son elegidos casi en igual proporción por personas de ingresos altos como por personas de ingresos bajos”, destaca el informe.
Los productos más afectados por el contrabando son combustibles, lubricantes, frutihortícolas, azúcar, harina, aceite, huevos, carne, pollo, cosméticos y de limpieza.
EFECTOS. Se concluye que esta actividad ilícita genera una competencia desleal a las empresas formales, que se ven afectadas también en sus niveles de producción, genera reducción de empleo, repercute en menores ingresos del consumidor, reduce los incentivos para invertir, afecta al consumidor en sus derechos de protección y genera oportunidades para otros ilícitos.
“De esta manera, no solo se evade el pago de impuestos, como el impuesto al valor agregado (IVA) o el selectivo al consumo (ISC), sino que estos productos de contrabando no tienen ningún control respecto a la calidad, salubridad y condiciones de almacenamiento a los que fueron expuestos, convirtiéndose en un riesgo para el consumo humano y la salud pública”, advierte el informe.
Ante los efectos negativos de este flagelo, durante la presentación en el CIP, anunciaron que trabajan en un proyecto de ley anticontrabando que incluiría “sanciones ejemplares”, además de dar institucionalidad a la lucha mediante la creación de una entidad similar a la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). Esto, ya que consideran que en el control fronterizo participan muchas instituciones, cuyas acciones y toma de decisiones se ven limitadas ante su falta de autonomía. “Hay un esfuerzo gremial y hay un esfuerzo del Gobierno por disminuir el contrabando, pero ese esfuerzo debe ser intensificado. El resultado nos muestra que debe haber cambios institucionales. Por eso, la ley de contrabando, que fue preparada conjuntamente con 15 gremios y que se está gestionando actualmente por el Gobierno, es una nueva institucionalidad con fuerza y poder de coordinación”, afirmó Hugo Royg, titular de Mentu. Añadió que esperan que más sectores se involucren en su planificación, a fin de lograr mejores resultados. Además de la propuesta de normativa, también plantean mecanismos de trazabilidad, instan a realizar iniciativas de comunicación y lograr incidencia en actores políticos.