Luego de que el Ministerio Público haya apelado, el Tribunal de Apelación anuló a comienzos de este mes la audiencia en la que el juez Rolando Duarte decretó el arresto domiciliario el 29 de abril pasado.
Los demás procesados de la entidad con arresto en casa son Juan Carlos Turitich Báez, gerente financiero, Marcelo Ovelar González, coordinador de la Unidad Operativa de Contrataciones, Luz Chamorro, gerente administrativa y Fernando Gallardo, administrador del aeropuerto Silvio Pettirossi.
El abogado Claudio Lovera, defensor de Melgarejo, había solicitado que se le otorgue medidas alternativas, ofreciendo una finca por valor de G. 600 millones, como garantía real para asegurar el sometimiento.
También se hizo un depósito de USD 120 millones -mismo monto que alcanzó la compra de las mascarillas-, para una eventual reparación del daño en caso de que la causa se eleve a juicio oral.
“Ya van dos meses y medio de investigación y este tiempo terminaron por confirmar que hay plena voluntad de someterse al proceso y que se esclarezcan los hechos”, dijo Lovera.
En esta audiencia nuevamente no estuvieron presentes los fiscales del caso, Osmar Legal, Federico Delfino y Alicia Sapriza.
SE DEVOLVIÓ. Melgarejo Ginard mencionó ayer que la empresa Proyecto Global SA, proveedora de las 4.000 mascarillas, ya devolvió a la Dinac el dinero de la adquisición.
Además, por nota los representante dijeron que no iban a reclamar los tapabocas.
Mencionó el ex titular de Dinac que por tal motivo la Procuraduría General de la República ya indicó que no hay nada que reclamar del Estado.
En su defensa alegó que tampoco fueron distribuidos los tapabocas, ya que estos fueron incautados en su totalidad por la Fiscalía.
EL CASO. El Ministerio Público investiga la responsabilidad de los procesados, ya que se habrían creado seis empresas de maletín que en un día y medio habrían redoblado el precio de las mascarillas.
De G. 15.000, que era el precio del mercado, la Dinac terminó pagando supuestamente 29.900.
Lo peor del caso, es que las mascarillas compradas ya vencieron en setiembre del año pasado.
Origen oculto
Las dos líneas de investigación de la Fiscalía son si las mascarillas compradas eran producto de contrabando o si eran parte de una donación.
En ambos ejes investigativos, lo que coincide es la sospecha de que se quería ocultar el origen de las adquisiciones.