La marcha atrás de la compañía llega tan solo cuatro días después de que anunciase la publicación de la obra de Woody Allen, prevista para el mes de abril.
Hachette, en un comunicado distribuido a varios medios, apuntó que se trata de una “decisión difícil” y dio a entender que fue la presión de los propios empleados de la editorial la que desembocó en esta medida.
Según la empresa, tras mantener conversaciones con el personal, la jefatura concluyó que “no era posible seguir adelante con la publicación”.
Empleados de Hachette protestaron en los últimos días por la decisión de publicar el libro de Allen, con un paro simbólico este jueves en las oficinas de la editorial en Nueva York.
También se mostró muy crítica con la editorial Dylan Farrow, hija adoptiva del director, quien lo acusa de haber abusado sexualmente de ella cuando era una niña.
El periodista y escritor Ronan Farrow, hijo de Allen, también se sumó a las voces en contra de la publicación de las memorias, atacando a la casa editorial por no tener en cuenta las acusaciones que pesan sobre su padre.
Farrow, que es uno de los promotores del movimiento #MeToo y que ha respaldado públicamente a su hermana, se mostró muy decepcionado con Hachette, que es también la editorial que publica sus libros y amenazó con abandonarla por haberle ocultado sus planes de publicar la obra de Allen y por su falta de compasión con las víctimas de abusos sexuales.
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En su comunicado, Hachette subrayó que nunca cancela libros a la ligera, pues se toma muy en serio su relación con los autores y siempre busca que se puedan escuchar “voces diferentes y puntos de vista enfrentados”.
La editorial, que había adquirido los derechos mundiales del manuscrito, dijo que devolverá esos derechos a Allen.
El cineasta, actor, productor y escritor, según varios medios, había circulado sus memorias durante bastante tiempo, sin lograr despertar interés entre las editoriales, tras las acusaciones de su hija, que le han dejado prácticamente apartado del mundo del cine en EEUU.
Allen nunca llegó a encontrar una distribuidora para estrenar su filme A Rainy Day New York (2019) en su país natal, como tampoco lo consiguió para su siguiente largometraje, Rifkin’s Festival, una comedia hispano-estadounidense que cuenta con la actuación de Elena Anaya y Sergi López, que se rodó el año pasado en San Sebastián.