En declaraciones a los medios antes de abordar el avión de regreso a Washington, Blinken señaló que EEUU comparte el objetivo israelí de derrotar a Hamás y garantizar su seguridad a largo plazo, pero “una operación en Rafah no es la manera de hacerlo”.
“Se corre el riesgo de matar a más civiles, de causar más estragos en la prestación de asistencia humanitaria. Se corre el riesgo de aislar aún más a Israel en todo el mundo y poner en peligro su seguridad, su posición a largo plazo”, aseveró el jefe de la diplomacia estadounidense.
Blinken adelantó que EEUU presentará la semana que viene un plan alternativo, “humanitario, militar y político”, a la ofensiva en Rafah para derrotar a Hamás, cuando una delegación israelí viaje a Washington, encabezada por el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer; y el asesor de seguridad nacional, Tzachi Hanegbi, dos estrechos aliados de Netanyahu.
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En el encuentro con Blinken, Netanyahu insistió en su intención de expandir su ofensiva militar terrestre a Rafah, extremo sur de la Franja de Gaza, donde hay 1,4 millones de desplazados, más de la mitad de la población gazatí, y que EEUU considera una “línea roja”.
“Le dije que no tenemos forma de derrotar a Hamás sin ir a Rafah y eliminar los batallones que quedan allí. Le comenté que espero contar con el apoyo de Estados Unidos, pero si es necesario lo haremos solos”, subrayó Netanyahu en un videomensaje difundido tras la reunión.
El líder israelí también mostró su aprecio al apoyo de EEUU durante más de cinco meses y reconoció la necesidad de evacuar a la población civil -un plan de evacuación de Rafah del que dicen que está diseñado pero se desconocen los detalles- y de atender las necesidades humanitarias.
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Blinken llegó esta mañana a Tel Aviv en su sexta gira por Oriente Medio desde que comenzó la guerra en la Franja para impulsar un acuerdo de tregua y de intercambio de rehenes por presos palestinos, mientras continúan con cautela las negociaciones en Doha, además de presionar para permitir la entrada de más ayuda humanitaria al enclave, donde la mitad de la población está en riesgo de hambruna inminente.
“El cien por ciento de la población de Gaza padece una grave inseguridad alimentaria. El cien por cien necesita asistencia humanitaria. Se han tomado algunas medidas positivas en los últimos días para mejorar la situación, pero no son suficientes”, incidió Blinken.
Tras su reunión a solas con Netanyahu, Blinken mantuvo encuentros con el ministro del gabinete de guerra -y miembro de la oposición- Benny Gantz, y con el gabinete de guerra al completo; además de con representantes de las familias de los 130 rehenes que siguen cautivos en la Franja, de los que se estima que al menos una treintena están muertos.
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Sobre el curso de las negociaciones, Blinken afirmó que en las últimas semanas se están “cerrando brechas” entre Israel y Hamás, aunque reconoció que aún queda mucho trabajo por hacer. Israel envió hoy a Doha una delegación encabezada por el jefe del Mosad, David Barnea, interpretado como buena señal.
La visita de Blinken a Israel coincidió con la votación de una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU pra un “alto el fuego inmediato” en la Franja”, presentada por primera vez por EEUU, después de haber vetado tres veces resoluciones en esa dirección, aunque esta vez fue vetada por China y Rusia por el “vocabulario equívoco” al considerar que el llamado al cese el fuego no era claro.
Israel es la última parada de esta nueva gira regional, que esta vez lo llevó a Arabia Saudí el miércoles y a Egipto el jueves, donde reiteró su llamado a un alto el fuego y dio esperanzas sobre un eventual acuerdo de normalización entre Israel y el reino saudí.
Aunque se trata de su sexta gira por la región, es la séptima vez que Blinken visita Israel desde que comenzó la guerra en Gaza ya que realizó un primer viaje relámpago el día 8 de octubre, al día siguiente de su estallido.
Fuente: EFE.