El anuncio llega en un momento de especial tensión en torno a Taiwán con maniobras militares de China cerca de la isla y después de la polémica visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi.
El paquete de ayuda es el mayor concedido hasta ahora a Taiwán por el Gobierno de Joe Biden e incluye 60 sistemas de misiles de tipo Harpoon para disparar contra buques y 100 misiles de corto alcance del modelo AIM-9 Sidewinder, así como apoyo financiero para un sistema de radares.
La ayuda aún debe ser avalada por el Congreso de Estados Unidos, donde Taiwán tiene el apoyo tanto de demócratas como de republicanos, por lo que la aprobación es un mero trámite.
El citado portavoz del Departamento de Estado defendió que la ayuda militar es necesaria para que Taiwán “mantenga su capacidad para defenderse a sí mismo” y recordó que, desde 2010, el Gobierno de EEUU ha notificado al Congreso la entrega de más de USD 35.000 millones en ayuda militar a Taiwán.
La ayuda, argumentó el portavoz, cumple con el principio de “una sola China” que Pekín impone como base de sus lazos con cualquier país.
Esa política significa que el único Gobierno chino al que debe reconocer EEUU es el que tiene sede en Pekín, lo que lo aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán.
Situación actual
Biden ha reiterado en varias ocasiones su respeto a ese principio que hizo que hace casi medio siglo EEUU rompiera lazos diplomáticos con Taipéi y los estableciera con Pekín.
A cambio, Estados Unidos adoptó el Acta de Relaciones de Taiwán de 1979, en la que se comprometía a suministrar ayuda militar a la isla, pero no dejaba claro si intervendría en caso de ataque chino, una política bautizada como “ambigüedad estratégica”.
Por su lado, China reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949 tras perder la guerra civil contra los comunistas. EFE