En la visita que realizó a Asunción, del 3 al 5 de marzo últimos, tomó contacto con las nuevas autoridades del gobierno que preside Santiago Peña, que ya llevan siete meses en el cargo. Además, de reunirse con representantes de organizaciones de la sociedad civil.
“Queremos asegurarnos de tener una relación cercana de trabajo”, precisó, aclarando que el Gobierno de Estados Unidos tiene como prioridad estas conversaciones con el Paraguay; por eso, su segunda visita en menos de año y medio. Confirmó que en la dependencia a su cargo definieron nuevas estrategias y esfuerzos que irán aplicando, “ya que los corruptos siempre están pensando en qué hacer después, y en cómo innovar”.
No aclaró puntualmente en qué consisten tales estrategias, pero sí explicó que están enfocados en esas personas que ayudan a hacer las transacciones financieras, arman sociedades que permiten que el dinero se mueva. Dijo que pueden ser bancos, pero no necesariamente. Citó a abogados que arman estructuras o vehículos financieros u otros instrumentos legales para permitir que se den las transacciones.
“Hay otras personas que son intermediarias, que permiten que haya corrupción, que saben lo que están haciendo, que contribuyen a que se pueda mover el dinero, producto de la corrupción”, explicó cuando se le pidió precisar a qué denominan facilitadores.
En su opinión, los corruptos no estarían siendo tales si no pueden esconder su dinero o construir mansiones o comprar yates. De ahí, la relevancia del papel que juegan los facilitares que operan para los actores inmersos en corrupción. Particularmente en lavado de actividades provenientes de las actividades de las organizaciones del crimen organizado transnacional.
De sus reuniones con las autoridades nacionales, concluyó que “hay un deseo de abordar los desafíos de la corrupción”, y de trabajar con Estados Unidos en este tema.
Cree que hay un reconocimiento de que la corrupción es un desafío serio, una amenaza seria.
No obstante, está pendiente definir cuáles serían los mecanismos, las estrategias y formas en las que pueden trabajar más de cerca con el Paraguay.
En principio, hay interés local en programas de capacitación y entrenamiento.
Para Nephew, es muy importante que en el combate a la corrupción haya responsabilidad. “Asegurar esta responsabilidad es tan vital como tener buenos mecanismos de prevención”, subrayó.
Pensando a largo plazo y los cambios institucionales y culturales que hacen falta, expresó que se requiere un compromiso real en el sentido de que la gente se haga responsable, se demuestre que hay Estado de derecho y que las leyes y reglas se desarrollen e implementen.
Nephew valoró positivamente el papel de las organizaciones de la sociedad civil en la lucha anticorrupción.