La concejal Lauren Meister, que presentó el proyecto, explicó en la votación que la ciudad no tiene un problema de roedores o plagas y que las trampas adhesivas lastiman a los animales.
Además de los roedores, las trampas adhesivas atrapan insectos y otros animales pequeños.
“Al mantener alejadas las crueles trampas de pegamento, West Hollywood es un pionero para los pequeños animales vulnerables”, dijo por su parte la vicepresidenta ejecutiva de la organización ambientalista PETA, Tracy Reiman.
Los concejales de la ciudad aprobaron por unanimidad la ordenanza la noche del martes, la cual entrará en vigor el próximo año.
West Hollywood también había prohibido en el pasado la venta de cachorros en las tiendas de mascotas, la comercialización de pieles, como también la remoción de las garras a los gatos.
Meister agregó que “con suerte, seremos un modelo a seguir para otras ciudades en la prohibición de estas inhumanas trampas de pegamento”.