Los migrantes que llegan a la frontera con EEUU tienen que haber pedido cita a través de la aplicación móvil CBP One o haber solicitado asilo en un país de tránsito hacia el país del Norte y haberle sido denegado.
Porque de lo contrario, salvo contadas excepciones, podrían incurrir en una presunción de inelegibilidad al asilo, según una nueva norma que entró en vigor desde ayer.
El calendario de política interior ha tenido mucho que ver para el endurecimiento de las condiciones de asilo. Y es que el presidente demócrata Joe Biden se encamina a las presidenciales de 2024 con la migración como uno de sus puntos débiles, que los republicanos tienen la intención de aprovechar.
Los migrantes no se dan por vencidos. Agustín Sortomi, un hondureño, intentó entregarse a las autoridades fronterizas el jueves en Ciudad Juárez, México, con su esposa y sus dos hijos.
“Ya me entregué dos veces y no me reciben. No sé qué hacer”, contó a una periodista de la AFP. “Nos lanzamos al río, pero (los guardias) nos botaron. No vamos a conquistar ese sueño, solo dios sabe cuándo lo vamos a conquistar”, declaró a la espera de ver “qué solución tienen las nuevas reglas”.
Si los migrantes “no tienen una base para quedarse, los expulsaremos muy rápidamente (...) Hemos sido muy, muy claros en cuanto a que existen vías legales, seguras y ordenadas para buscar ayuda en Estados Unidos y si alguien llega a nuestra frontera sur, enfrentará consecuencias más duras”, declaró el secretario de Seguridad Interior Alejandro Mayorkas a la televisión CNN.
Se refiere a que aplicarán el Título 8, una norma que permite la expulsión con prohibición de reingreso durante 5 años y posible procesamiento judicial.
Mayorkas reconoce que la situación es “desafiante”, aunque según el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, “el flujo va bajando” y no se registran “confrontaciones ni situaciones de violencia en la frontera”.
México, cuyo presidente Andrés Manuel López Obrador habló esta semana por teléfono con Biden, parece haberse coordinado con su vecino.
Durante la rueda de prensa de Ebrard se presentó una lámina en la que se lee que el Instituto Nacional de Migración (INM) ordenó a todas sus oficinas “no otorgar Formatos Múltiples Migratorios, ni otro documento que autorice el tránsito por el país”.
Esos documentos permitían a los migrantes desplazarse desde el sur al norte de México.