“Las fuerzas de Operaciones Especiales bajo el control del Comando Central de los EEUU llevaron a cabo una misión antiterrorista esta noche en el noroeste de Siria. La misión fue un éxito”, anunció el portavoz del Pentágono, John Kirby, en un escueto comunicado.
Se espera que Washington, que afirmó no haber sufrido bajas durante la operación, divulgue en las próximas horas más detalles sobre la poco común intervención en la región opositora siria, donde las operaciones estadounidenses se reservan generalmente para objetivos de alto nivel.
“En una operación similar al asesinato de Abu Bakr al Bagdadi hace casi tres años”, afirmó el Observatorio en referencia a la redada de EEUU que en octubre de 2019 acabó con la vida del ex líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI), también en Idlib.
Según una nota de esta ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, al menos nueve personas, entre ellas dos menores, perecieron en la operación de hoy en la zona de Atme, fronteriza con la localidad turca de Iskanderun.
La organización, que cita a residentes de la zona, agregó que durante la operación hombres armados se enfrentaron a las tropas internacionales.
La provincia de Idlib está dominada principalmente por el Organismo de Liberación del Levante, en la que se incluye la ex filial siria de Al Qaeda, antiguamente denominada Frente al Nusra, y acoge también a una miriada de grupos armados que podrían haber sido objetivo de Washington.
La redada se produce días después de que finalizase en Al Hasaka, en el noreste de Siria, un motín con ayuda en una cárcel del EI que se saldó con casi medio millar de muertos y es considerada la mayor acción de la formación terrorista desde su derrota territorial en el país árabe hace tres años.
La coalición internacional liderada por EEUU que lucha contra el EI en Siria e Irak apoyó durante el alzamiento a sus aliados kurdosirios, que administran esa prisión y amplias zonas del noreste de Siria.