La incursión se produjo “en respuesta a los ataques contra miembros del servicio estadounidense” y mató a un comandante de las Brigadas Hezbolá “responsable de planificar y participar directamente en ataques contra las fuerzas estadounidenses en la región”, dijo el comando central del ejército en las redes sociales.
“No hay indicios de daños colaterales o víctimas civiles en este momento”, agregó.
Washington lanzó una oleada de ataques contra objetivos vinculados a Irán en Irak y Siria la semana pasada tras el asesinato de tres soldados estadounidenses en la vecina Jordania el 28 de enero.
“Estados Unidos seguirá tomando las medidas necesarias para proteger a nuestro pueblo. No dudaremos en responsabilizar a todos aquellos que amenacen la seguridad de nuestras fuerzas”, añadió el comando militar de Estados Unidos en Oriente Medio (Centcom).
Un miembro de Kataeb Hezbolá -que anunció que suspendía la violencia contra las fuerzas estadounidenses tras el mortífero ataque de Jordania- confirmó la muerte de un comandante responsable del “expediente militar” en Siria, identificándolo como Abu Baqr al-Saadi.
El Hashed al-Shaabi, una coalición de paramilitares principalmente proiraníes integrados ahora en las fuerzas de seguridad regulares iraquíes, también confirmó la muerte de Saadi en un comunicado.
Un funcionario del ministerio del Interior dijo que un total de tres personas -dos dirigentes de Kataeb Hezbolá y su conductor- murieron en el ataque, llevado a cabo por un dron en el barrio de Machtal, al este de Bagdad.
Fuerzas de seguridad fueron desplegadas en la zona, bloqueando el acceso al barrio luego del ataque, constató un fotógrafo de la AFP.
Luego en la noche, los restos de un automóvil fueron removidos del área.
Las tropas estadounidenses y aliadas han sido atacadas más de 165 veces en Oriente Medio desde mediados de octubre en una campaña llevada a cabo por grupos armados respaldados por Irán y enfadados por el apoyo estadounidense a Israel en la guerra de Gaza.
Estados Unidos considera como un grupo terrorista a Kataeb Hezbolá, que podría haber participado en el ataque de Jordania, de acuerdo con Washington.
El Hashed al-Shaabi ha dicho que 16 de sus combatientes murieron y 36 personas resultaron heridas en los ataques estadounidenses del viernes, que según Washington alcanzaron 85 objetivos en siete lugares diferentes de Irak y Siria.
“Apuntar a Hashed al-Shaabi es jugar con fuego”, advirtió el domingo el líder del grupo, Faleh Al Fayyad.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmó que al menos 29 combatientes proiraníes habían muerto en Siria.
Estados Unidos e Irak iniciaron conversaciones sobre el futuro de la presencia de tropas lideradas por Washington en enero, tras la petición del primer ministro iraquí de un calendario para su retirada.
Washington tiene unos 900 soldados en Siria y 2.500 en Irak como parte de una coalición internacional contra el grupo Estado Islámico.
Sus tropas en Irak están desplegadas por invitación de Bagdad, pero las de Siria se encuentran en zonas fuera del control del gobierno sirio.
Fuente: AFP.