La doctora Rebecca Bill Chávez, quien dirige Inter-American Dialogue (Diálogo Interamericano), institución de expertos que estudia la agenda de América Latina, dice que gane Donald Trump o Kamala Harris en las elecciones presidenciales, del martes, desea que el nuevo presidente o presidenta reconozca la importancia de los socios, honre sus compromisos y que priorice los derechos humanos. Y que continúe enfocando el problema de la migración, que polariza a los ciudadanos de su país, desde las causas fundamentales, “La estrategia es fortalecer la economía, combatir la inseguridad y la gobernanza”, apunta.
Ella se desempeñó como subsecretaria de Defensa para Asuntos del Hemisferio Occidental desde 2013 hasta 2016, durante el gobierno de Barack Obama. Estuvo en Asunción la semana última, como expositora en la Asamblea Anual de la Asociación Latinoamericana de Industriales Molineros – ALIM.
Considera que su país necesita tener una agenda positiva hacia la región de América Latina. Sea con Kamala Harris o con Donald Trump, “necesitamos ser un socio confiable con la región y como país, los Estados Unidos debe enfocarse más en la región y fortalecer las relaciones”.
Y a propósito de esta región, dice que una preocupación actual tiene que ver con la forma en que han cambiado las amenazas hacia la democracia. Se trata de cambios que están pasando muy rápidamente y ante los cuales “no sabemos cómo responder porque lo que pasa es que alguien resulta electo en elecciones democráticas y después de llegar a la Presidencia empieza a atacar las instituciones independientes, como el sistema de balances y contra balances, de peso y contrapeso”. A veces viene con gobiernos de derecha, pero también pueden ser con gobiernos de izquierda. Atacan la independencia del Poder Judicial, a las instituciones electorales, a la libertad de la prensa, a los medios de comunicación independientes y a las organizaciones de la sociedad civil.
En este punto, resalta que es muy importante decir que la democracia es mucho más que las elecciones. “Necesitamos saber que las elecciones son una condición necesaria, pero no suficiente para la democracia”. Esta tiene que ver con la independencia de los tres poderes, y muy importante, del Poder Judicial, y con libertad de expresión.
Otro desafío que observa en Latinoamérica es que hay mucha gente que no está satisfecha con este régimen. Solamente el 40% de la población está contenta o satisfecha con el desempeño de la democracia y esto “es muy peligroso porque puede poner en riesgo la legitimidad de este sistema de gobierno”.
CORRUPCIÓN
Con respecto a las medidas adoptadas vía Departamento de Estado de los Estados Unidos de designar como significativamente corrupto a figuras de la política Latinomericana en la lucha contra la corrupción global, la especialista en ciencias políticas dice que hay mucho debate en los Estados Unidos sobre la eficacia de las sanciones, que son sectoriales e individuales.
Lo importante es ver de una manera muy objetiva si están funcionando o no, considera. “Creo que, por ejemplo, las sanciones individuales han jugado un papel muy importante. Guatemala es el mejor ejemplo, Estados Unidos puso sanciones en casi 300 guatemaltecos del gobierno y algunos del sector privado”. No obstante, insiste, en es importante analizar si están funcionando o no.
Según lo ve ella, ayudaría que otros países adopten o acompañen las sanciones. Porque si los Estados Unidos lo hacen solo, “no van a tener el efecto. A veces es tener una sola herramienta en la caja de herramientas. Y es más como golpear con un palito. Necesitamos pensar en sanciones como una de muchas herramientas”, abunda.
Crimen organizado
Ante la realidad de que la región de América Latina y el Caribe “tiene la tasa de homicidio más alta en el mundo. Y también la tasa más alta vinculada con crimen organizado”, no le caben dudas de que se debe acordar una estrategia regional, en la que Estados Unidos puede aportar. “La inseguridad (propiciada por el crimen organizado) afecta todo: La calidad de la democracia, a las comunidades. Es un tema que no respeta las fronteras porque estas organizaciones son transnacionales. Y algo que necesitamos hacer es juntarnos como Hemisferio con los Estados Unidos, ¿por qué hay muchas armas que van de los Estados Unidos a la región?”, resalta.
La estrategia regional que plantea tiene que ver con cómo compartir la inteligencia o que su país pueda proveer radares a algunos países.
Apunta que hay dos conversaciones sobre este tema. Una progresista que dice que se debe enfocar en las raíces o causas. Y la otra, “como vemos en El Salvador, que dice que necesitamos enfocarnos en lo punitivo”.
A criterio suyo hace falta unir estas dos perspectivas y trabajarlas paralelamente. Además, profesionalizar la policía y blindar el sistema judicial para evitar la impunidad. “Esto va a demandar tiempo y debe contemplar como encarar el sistema carcelario”. El diálogo al respecto debe comenzar pronto y un espacio interesante puede ser la Cumbre Iberoamericana que celebrará 30 años en diciembre, y se reunirá en República Dominicana.
Latinoamérica y EEUU
Sobre la relación de su país con América Latina, Rebecca Bill Chávez afirma que los Estados Unidos necesitan tener una agenda positiva. “Yo diría que el nivel de compromiso debe ser mucho mayor. Entiendo que hay problemas en el mundo: Ucrania, Israel, Gaza. Pero no significa que no podamos enfocarnos más a nuestro propio Hemisferio. Espero que se enfoque más en la región.
“Hablamos mucho sobre lo que vamos a hacer. Vamos a invertir más en la región. Vamos a ayudar con la infraestructura... Pero necesitamos hacerlo. Mostrar que nosotros somos socios de largo plazo, y esto requiere que mostremos un compromiso . Y pueden ser cosas muy simbólicas, como reuniones de nuestro presidente con mandatario de la región. Pero también necesitamos poner el dinero donde verdaderamente se quiere recibir. O sea, más allá de los discursos, que lo que se dice se haga”.
China
Con respecto al avance de China en América Latina, la experta reconoce que es una preocupación global. Para Estados Unidos es la competencia de poder. No solamente por sus las actividades con relación a Taiwán, en el mar del sur de China, o por su sistema de gobierno. “En Latinoamérica, el papel de China ha crecido mucho en los últimos años. Ahora es el primer socio de comercio con países muy importantes, muy grandes. Nosotros tenemos que competir con China con alternativas convenientes, atractivas. Los chinos llegan con obras, encaran construcciones. Esto va a requerir que pongamos recursos en la región. Necesitamos hacer mucho más, encontrar otras maneras de trabajar con los países”.