14 nov. 2024

“EEUU nos está diciendo que hay cosas que no estamos haciendo”

Para el ex legislador no hay duda de que una cooperación puede servir para combatir la corrupción, pero dijo que los agentes que vengan deben quedar supeditados a la Constitución y leyes nacionales.

Foto UH Edicion Impresa

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El ex senador Carlos Mateo Balmelli analizó la decisión de las autoridades de la Fiscalía General del Estado de instalar una mesa de trabajo para que agentes del FBI y el Departamento de Estado de EEUU se asienten en el país. Primeramente, el ex parlamentario dijo que la cooperación internacional será de fundamental importancia para el combate a la corrupción, pero siempre limitado al orden constitucional y leyes de la República. Comparó con la cooperación que dieron los organismos de derechos humanos para la reconquista de la democracia y los derechos humanos en el Paraguay luego de una larga dictadura. No obstante, señaló que si no se fija un estatus jurídico a los que cooperen en el país, se estará violando la soberanía.

–¿Se viola la soberanía nacional si las actuaciones en materia de combate de crímenes transnacionales están supeditadas a organismos fuera del Estado?

–Pongámonos de acuerdo en que una cosa es la inmunidad y otra cosa es la impunidad. La actuación de autoridades norteamericanas en el Paraguay debe hacerse en el marco de la ley. Yo estoy muy de acuerdo que esos países ya no sean receptores del dinero sucio o que se roba en el Paraguay. Históricamente estos países fortalecidos institucionalmente han sido el refugio del dinero malhabido de nuestros países. Esa es la historia no solamente de Paraguay sino de toda Latinoamericana. Me parece muy positivo entonces que los países del primer mundo rechacen en primer término las cuentas bancarias o impidan que el dinero en el Paraguay se recepcionen en sus países. En segundo lugar, me parece muy bien que Estados Unidos ejerza un acto de soberanía y diga este ni aquel van a entrar en territorio norteamericano porque han robado el dinero de un pueblo.

–¿Qué opina de los defensores de que la agencia norteamericana ingrese en colaboración con los órganos jurisdiccionales?

–Yo he luchado contra la corrupción pública, porque la corrupción pública rampante es uno de los grandes males que tenemos aquí, y me parece bien que la comunidad internacional actúe así como pasó en el pasado cuando recuperamos la democracia. Cuando entonces la comunidad internacional se involucró en la lucha por los derechos humanos y reconoció que estos derechos forman parte del estatus del nuevo concepto de Estado y por eso es fantástico que dispongan que ese ciudadano, sea político, que le roba al pueblo paraguayo, no pueda pisar territorio norteamericano. Ahora bien, después viene una cooperación contra los delitos transnacionales. Eso debe ajustarse al derecho y queda estrictamente sometido a la Constitución Nacional y a los tratados y acuerdos internacionales a los que cuales se ha adherido el Paraguay

–¿Qué limitaciones deben tener los individuos que en nombre de su Estado presten colaboración en el país?

–Por eso digo, los mismos que establecen para los paraguayos la Constitución y las leyes o sino estamos claudicando de nuestra soberanía y de nuestro carácter de Estado independiente. Entonces, de este acuerdo (del Gobierno, Fiscalía y el FBI), no se sabe nada, por ejemplo, si un agente del FBI que generalmente está adiestrado para delitos norteamericanos o cometidos allí, y si este señor sale o comete agresión a una mujer paraguaya, ¿quién lo juzga? ¿Cómo está determinada la responsabilidad penal? O es que son directamente impunes en el Paraguay. No. Deben ajustarse al derecho porque somos un Estado soberano, desde el 14 de mayo de 1811. Debemos y es nuestra obligación respetar y hacer respetar nuestra soberanía y seguridad jurídica dentro del Paraguay.

–¿Cree que por parte de los EEUU la decisión de tener una presencia física en el país es un mensaje a las autoridades?

–Estoy entendiendo que los EEUU y la comunidad internacional están diciendo: “Miren, señores, ustedes no pueden hacer esto, entonces lo vamos a hacer nosotros”. Y veo que por eso la decisión de ellos es tan extrema. Está bien. Nadie quiere defender a los corruptos que empobrecen a la gente. Aquí nadie los defiende.

–¿Bajo qué reglas debe someter el Estado paraguayo su acuerdo de cooperación en materia de lucha contra el crimen transnacional con los EEUU?

–Primero, el Gobierno tiene que explicarnos qué va a hacer esa gente aquí. Son policías, entonces necesitamos saber su estatus jurídico, si van a estar armados, cuántos son y si van a poder arrestar a ciudadanos paraguayos. Además, si la Fiscalía va a ser instrumento de ellos, o si la Fiscalía va a decirles “vayan y arresten a aquella persona”. Entonces ¿queremos saber si se les exceptúa del sistema jurídico, no son pasibles de sanción?

–Voces del oficialismo que defienden este acuerdo para el combate a la corrupción y crímenes transnacionales consideran que se justifica plenamente porque las instituciones no están funcionando.

–Que renuncien y se vayan si no pueden gobernar, que nos hagan ese favor. Que nos dejen de gobernar y que otros gobiernen; si reconocen su impotencia, que dejen que otros gobiernen.

–¿Qué debe hacer el Gobierno si quiere dar muestras de que aquí no se violará la soberanía?

–Que se aclare, que salga el canciller a hablar, que la Fiscalía nos explique el estatus jurídico de las personas. Acepto la cooperación encuadrada en el marco del derecho, pero de que las autoridades paraguayas no han mostrado mayor empeño en combatir, estoy seguro también.

–Además de que varios segmentos aparentemente están en la mira de los órganos de control nacionales o supranacionales, ¿también es la oportunidad de que eche a andar la ley de financiamiento político para auditar las campañas?

–Estoy seguro de que varias campañas se dejan financiar por dinero sucio. La ley está, se hacen leyes perfectas en el país, pero no se cumplen. Hay una abulia –los griegos le decían acracia– en los gobernantes del Estado paraguayo de tolerar los actos de corrupción, esa corrupción que nos impide que nuestros pueblos puedan acceder a la educación de calidad, al desarrollo, a un crecimiento económico sostenible.


Convención contra la delincuencia transnacional

La Convención de la ONU Contra la Delincuencia Organizada Transnacional dice:
1. Los Estados parte cumplirán sus obligaciones con arreglo a la presente Convención en consonancia con los principios de igualdad soberana e integridad (...) 2. Nada de lo dispuesto en la presente Convención facultará a un Estado parte para ejercer, en el territorio de otro Estado, jurisdicción o funciones que el derecho interno de ese Estado reserve exclusivamente a sus autoridades.

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