Esa norma permite a muchos trabajadores estadounidenses tomarse hasta 12 semanas libres no remuneradas para recuperarse de una enfermedad grave, de un parto o para cuidar a un familiar enfermo y fue promulgada por Bill Clinton el 5 de febrero de 1993, nada más llegar al Gobierno de EEUU.
“Después de todos estos años, todavía tengo más personas que me mencionan la Ley de Baja Familiar que cualquier otra cosa específica que hice”, apuntó el expresidente de 76 años, que contó varias de las historias que le han ido contando algunos de los beneficiarios de esta legislación.
En la celebración estuvo acompañado de Biden y de la vicepresidenta Kamala Harris, así como de varios legisladores de la época y de congresistas de la actual cámara.
Ahora, añadió Clinton, “estamos aquí obligados a celebrar el hecho de que unas 400 millones de veces en los últimos 30 años los estadounidenses se han beneficiado de la ley”.
En el acto también habló Biden, quien reconoció que la legislación “fue un paso increíblemente importante”.
Sin embargo, recordó, Estados Unidos es uno de los pocos países en el mundo que no protegen el salario de los trabajadores que necesitan tomar una baja y “solo pueden tomarse el tiempo para cuidar a su ser querido si pueden darse el lujo de renunciar a su salario”.
“Sigo comprometido a cambiar nuestro marco”, apuntó el presidente, quien en 2021 intentó, sin éxito, que los senadores demócratas incluyeran el permiso pagado entre sus propuestas.
La Administración de Biden ha tomado medidas recientemente para ampliar la licencia para algunos empleados federales y el mes pasado el Departamento de Defensa emitió un memorando que amplía los programas para que los miembros de las fuerzas armadas estén autorizados a tener hasta 12 semanas de baja después de dar a luz, adoptar un hijo o comenzar una situación de crianza temporal a largo plazo.