La preocupación internacional crece ante la amenaza de hambruna y el creciente número de víctimas en Gaza, donde los bombardeos israelíes causaron 104 muertos en las últimas 24 horas, según el ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por el movimiento islamista Hamás.
La guerra estalló el 7 de octubre con una incursión de milicianos islamistas que mataron a 1.160 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en el sur de Israel, según un recuento de la AFP con base en datos oficiales israelíes.
En represalia, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre contra Gaza, con el objetivo de “aniquilar” a Hamás, considerado como una organización terrorista por el Estado hebreo, así como por Estados Unidos y la UE.
Hasta el momento, esta operación militar dejó 31.923 muertos, en su gran mayoría civiles, según el último balance del Ministerio de Salud de Gaza.
Los mediadores internacionales –Estados Unidos, Catar y Egipto– tratan de alcanzar una tregua, en vano hasta el momento.
Un dirigente de Hamás en Beirut, Osama Hamdan, declaró el miércoles que la respuesta de Israel a la última propuesta del movimiento islamista es “globalmente negativa” y podría llevar las negociaciones “a un punto muerto”.
Hamás propuso la semana pasada una tregua de seis semanas y liberar a 42 rehenes israelíes a cambio de la excarcelación de entre 20 y 50 palestinos por rehén. También exige la retirada del ejército israelí de Gaza y una mayor entrada de ayuda humanitaria, indicó Hamdan. AFP