“Condenamos esta acción del Gobierno de Nicaragua y pedimos la liberación inmediata del obispo Álvarez”, afirmó Ned Price.
Un tribunal condenó al obispo a 26 años y cuatro meses de cárcel y al pago de una multa de 1.600 dólares, además de privarle de su nacionalidad nicaragüense y de sus derechos ciudadanos a perpetuidad.
La semana pasada “dejamos muy claro” que la liberación de esos presos políticos “es un paso bienvenido, fue un paso constructivo, pero de ninguna manera fue una panacea para las muchas preocupaciones que tenemos respecto al régimen” del mandatario Daniel Ortega, “incluyendo la represión y opresión que sigue ejerciendo contra su propio pueblo”, insistió Price.
Centenares de opositores fueron detenidos en Nicaragua en el contexto de la represión que siguió a las protestas que estallaron en el 2018 contra Ortega, en el poder desde el 2007. AFP