EFE
WASHINGTON - EEUU
Los homenajes al fallecido senador republicano y ex candidato presidencial John McCain continuaron ayer en EEUU, mientras el presidente Donald Trump mantenía su escueta reacción inicial a la pérdida de uno de sus enemigos políticos.
La noticia de la muerte de McCain, uno de los políticos más conocidos y respetados de EEUU, copó las portadas de los diarios y suscitó cientos de reacciones en el país y en todo el mundo, mientras su familia ultimaba los preparativos para los servicios fúnebres que tendrán lugar los próximos días. “Fue un gran patriota estadounidense, un estadista que puso a su país por delante de todo y enriqueció la institución del Senado durante muchos años de servicio”, dijo el líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta, Mitch McConnell.
Los líderes de ambos partidos en el Congreso anunciaron que McCain yacerá –en una fecha aún por determinar– en una capilla ardiente en el Capitolio, un honor reservado para los ciudadanos más prominentes del país y que hasta ahora solo se otorgó a otros 12 senadores desde que la práctica comenzó en 1852.
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, propuso además dar el nombre de McCain a uno de los edificios de la Cámara Alta.
También habrá una capilla ardiente el miércoles, el día en el que McCain habría cumplido 82 años si no hubiera sucumbido a su cáncer cerebral, en el capitolio estatal de Arizona, en Phoenix, informó el gobernador del estado, el republicano Doug Ducey, en un tuit. Dado que McCain murió en Arizona y también se espera que haya una misa en ese estado, es probable que los servicios fúnebres en Washington se retrasen aún varios días.
El funeral de la capital tendrá lugar en la Catedral Nacional, y se espera que en él pronuncien sendas elegías los ex presidentes Barack Obama y George W. Bush. Ese vínculo con los 2 ex presidentes más recientes contrasta con la tensa relación que McCain mantenía con Trump, a quien, según informes de prensa, su familia pidió que no asista al funeral, invitando en su lugar al vicepresidente, Mike Pence.