La urgencia de que llegue más ayuda a la Franja palestina fue una de las cuestiones que abordaron en Israel el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Mientras desde Gaza se siguen denunciando masacres diarias, con ataques a hospitales, aumentando el sufrimiento de los civiles, la mayoría de las víctimas.
Austin subrayó la urgente necesidad de más ayuda y de que se distribuya mejor entre los cerca de 1,9 millones de desplazados en enclave costero, cerca del 85 por ciento de su población.
Israel permite la entrada de ayuda humanitaria a través de Rafah, la frontera entre Egipto y la Franja, y desde el domingo, presionado por Estados Unidos, autorizó por primera vez que entre a través de su propia frontera, por el cruce Kerem Shalom, pero llega a cuentagotas y es insuficiente.
Lo que llega a Gaza no cubre ni el 1% de las necesidades de una población exhausta por la guerra, según la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
La ANP reclamó que puedan acceder hasta mil camiones al día, muy lejos de lo que entra ahora, pues se necesitan un millón de litros de combustible, equipos de emergencia y una larga lista de asistencia humanitaria.
La de Austin es una nueva visita de un alto cargo del gobierno de Joe Biden a Israel en los últimos días en un momento de diferencias entre Israel y EEUU, su principal aliado, sobre la ofensiva en la Franja, tras advertir el presidente estadounidense de que los israelíes estaban perdiendo apoyos por el enorme coste de vidas entre los gazatíes.
En este punto, el secretario estadounidense y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, intercambiaron posiciones sobre el planteamiento de EEUU de llevar la guerra por fases, para pasar a una con ataques selectivos contra líderes de Hamás que eviten tantas víctimas civiles. EFE