“Estos conflictos demuestran que las democracias deben permanecer unidas”, declaró a la prensa la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que se reunió con Biden en la Casa Blanca junto al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
La cumbre UE-EEUU transcurrió en un contexto de crisis mundiales: Ucrania lucha contra la invasión rusa e Israel se prepara para invadir Gaza tras el ataque sorpresa de Hamás del 7 de octubre.
Los líderes estadounidenses y europeos quisieron presentar un frente unido, buscando reforzar su “asociación estratégica”.
Biden -que el jueves estableció un vínculo directo entre ambos conflictos al instar a los estadounidenses a respaldar un paquete de ayuda de 106.000 millones de dólares que incluye asistencia militar para Ucrania e Israel- dijo que la Unión Europea y Estados Unidos “permanecieron unidos”.
“Nos mantuvimos unidos para apoyar al valiente pueblo de Ucrania frente a la agresión de Putin”, dijo Biden. “Ahora estamos juntos para apoyar a Israel tras el atroz ataque terrorista de Hamás”.
Michel dijo que la UE y Estados Unidos estaban “forjando un frente unido”.
“Hoy, el mundo se enfrenta a enormes desafíos. Y hoy, más que nunca, el mundo necesita una fuerte alianza UE-EEUU para hacer frente a estos desafíos”, añadió el belga.
Pero los líderes de la UE también buscarán garantías del continuo apoyo de Estados Unidos a Ucrania, que lucha por repeler la invasión rusa lanzada por el presidente Vladimir Putin en febrero de 2022.
Estados Unidos es, por lejos, el mayor proveedor de ayuda militar a Ucrania.
La última cumbre UE-EEUU tuvo lugar en Bruselas en junio de 2021.
Pero la geopolítica no es la única cuestión en juego. Las tensiones comerciales entre las principales economías del mundo continúan.
La UE y Estados Unidos esperaban resolver sus diferencias comerciales, incluidas las relativas a las importaciones europeas de acero, que fueron objeto de aranceles impuestos en 2018 por el entonces presidente Donald Trump.
Aunque se suspendieron en 2021 bajo el mandato de Biden, podrían reactivarse si no se llega a un acuerdo a finales de año.
Pero era poco probable que las conversaciones culminaran en un acuerdo el viernes y las negociaciones continuarán, dijo una fuente a la AFP.
Tampoco se ha llegado aún a un acuerdo sobre los minerales críticos: según la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Biden, las empresas deben abastecerse de un determinado porcentaje de minerales críticos para baterías de autos eléctricos en Estados Unidos o en sus socios de libre comercio para poder acceder a los incentivos.
Europa ha expresado su preocupación por la IRA, temiendo que sus subvenciones a la tecnología de energías limpias permitan a las empresas estadounidenses superar a sus rivales europeos.
Fuente: AFP.