Esto, debido a que la Dirección de Educación Superior del MEC, de la cual depende, no contempla en su organigrama a Conamu como un instituto de formación superior y solo le habilita a otorgar títulos de nivel técnico.
Ante esta situación, los afectados –junto con un grupo de alumnos y docentes– luchan ahora por convertirse en el Instituto Superior Nacional de Música (Isnamu), lo que permitirá que sus títulos sean equiparados con los de Licenciatura en Música.
La problemática radica en que el Conamu, por su ley de creación, no puede depender del Viceministerio de Educación Superior –lo que le permitiría entregar un título distinto–, puesto que para este las instituciones de educación superior son solo las universidades, los institutos superiores y los centros de formación docente del tercer nivel, y no los conservatorios.
“El problema es que no podemos entrar en ninguno de estos porque nuestra nomenclatura de ley de creación dice conservatorio, pero como tenemos el antecedente legal de que nuestra formación es de nivel superior, se deduce que tenemos que ser un instituto superior de música”, afirma la abogada Virginia Aquino, egresada y docente del Conamu.
Larga data. Esa laguna legal, de no figurar entre los institutos técnicos superiores, desde hace tiempo es un conflicto para los egresados. “Siempre tuvieron problemas para ubicarnos dentro del organigrama, no sabían dónde ponernos. Ahora nos hicieron depender de la Dirección de Institutos Superiores, que ahora ya dio el visto bueno para el reconocimiento de los títulos del 2013, 2014 y 2015, pero con el rango de técnicos”, denuncia Julio Franco, egresado de Conamu, quien al igual que sus colegas teme que los quieran dejar dentro de esa dirección.
“Quieren convertirnos en una suerte de colegio que forma técnicos en música, para que después tengamos que ir a buscar la licenciatura en otra institución”, indica Franco
Carencias. A este problema de los títulos se suman otros inconvenientes dentro del Conservatorio Nacional, como ser los problemas de infraestructura y la falta de claridad en el manejo de la institución, según los afectados que visitaron ÚH.
“Creemos, incluso, que hay malversación de fondos y fuga de rubros dentro de la institución”, añade Aquino.