11 ene. 2025

EI se adjudica la mayor masacre en tiroteo en EEUU que deja 50 muertos

El atacante fue un joven de 29 años de nacionalidad estadounidense, hijo de inmigrantes de Afganistán. En lo que va del año ya se produjeron 132 tiroteos masivos en el país.

REUTERS-AFP-EFE

ORLANDO - EEUU

El grupo Estado Islámico (EI), a través de una agencia afiliada al grupo, se atribuyó ayer la mayor matanza ocurrida en los EEUU, ejecutada por una sola persona, identificada como Omar Marteen, de 29 años, y que costó la vida a unas 50 personas y dejó heridas a otras 53.

La matanza ocurrió cuando Marteen llegó armado con un fusil AR-15 y pistolas a Pulse, un abarrotado club nocturno gay de Orlando, durante la madrugada del domingo. El presidente Barack Obama calificó como un acto de terrorismo y odio.

La policía abatió al atacante residente en el estado de Florida y ciudadano estadounidense hijo de inmigrantes de Afganistán y tenía autorización para portar armas.

“Mateen, nacido en Nueva York, llamó al 911 el domingo en la madrugada declarando su lealtad al líder de Estado Islámico”, dijo Ronald Hopper, agente especial asistente del FBI a cargo del caso. La policía también considera que existe una persona sospechosa que se encuentra entre los heridos.

Dentro de la discoteca Pulse había unas 350 personas cuando se produjo el ataque, las que participaban de un evento dedicado a la música latina.

No obstante, funcionarios advirtieron que aún no contaban con evidencia inmediata de ninguna conexión directa de Mateen con Estado Islámico o con algún otro grupo extremista extranjero.

El ataque armado, según la cifra de víctimas fatales entregada a periodistas por el alcalde de Orlando, Buddy Dyer, sería aún más mortal que la masacre del 2007 en la Universidad Tecnológica de Virginia, que terminó con 32 muertos.

Según el sitio web Shootingtracker.com, este año se produjeron ya 132 tiroteos masivos en EEUU.

En la mira del FBI. El FBI había interrogado en dos ocasiones a Mateen, en el 2013 y 2014, tras declaraciones a compañeros de trabajo en las que manifestó su apoyo a grupos extremistas, pero ninguna de las entrevistas evidenció actividad criminal, indicó Hopper.

Si se confirma que fue un acto de terrorismo, sería el atentado con mayor número de muertos en suelo estadounidense desde los ataques del 11 de setiembre de 2011, en los que murieron cerca de 3.000 personas.

Un oficial de la policía que trabajaba como guardia de seguridad en el interior de Pulse, que funciona en el centro de Orlando desde el 2004, intercambió disparos con el sospechoso alrededor de las 2.00 hora local, dijo la policía.

“Todos salieron de Pulse y siguieron corriendo”, escribió el gerente del club en Facebook cuando aún ocurrían los hechos.

Rápidamente se produjo una situación con rehenes y tres horas más tarde entró en el local un escuadrón policial que hirió mortalmente al atacante. No estaba claro en qué momento el hombre armado disparó a las víctimas.

El sospechoso portaba un rifle de asalto y una pistola, dijo el alguacil del condado de Orange Jerry Demings, además de un “dispositivo” no identificado, según comentó más temprano el jefe de policía de Orlando, John Mina.

Decenas de aterrorizados clientes fueron rescatados, algunos de los cuales se habían escondido en los baños. Uno de los agentes fue herido por un balazo en su casco durante el intercambio de disparos con el atacante, informó la policía.

También el domingo se arrestó a un hombre que portaba armas de asalto y aparentes explosivos y que dijo que se dirigía a la marcha por el orgullo gay en Los Ángeles, según un reporte del diario Los Angeles Times. En Nueva York aumentaron las medidas de seguridad.