Pero además, defender la no injerencia en los asuntos internos de un Estado y plantear a la par a otro Estado que acelere el trámite para retirar a su representante diplomático y que envíe a otro ya nominado, pero aún designado, es caer en lo mismo que se cuestiona, dicen.
La Cancillería Nacional, tras convocar el jueves a Ostfield, luego de que este embajador comunicara dos días antes a periodistas la decisión de la Oficina de Control de Activos Extranjeros, del Departamento del Tesoro de los EEUU, de ratificar las sanciones contra la empresa paraguaya Tabacalera del Este (Tabesa) podía haber seguido con una nota de protesta ante el Departamento de Estado del país norteamericano, en la que se expresaría la molestia del gobierno paraguayo por la actuación del diplomático, a quien cuestionan la “mediatización y politización” del tema que deriva de la designación al ex presidente Horacio Cartes, como significativamente corrupto.
Un siguiente paso hubiera sido declarar persona non grata al embajador por pérdida de confianza, lo que por alguna razón, no aclarada hasta ahora, el Ejecutivo presidido por Santiago Peña no se animó a dar. Quizá por las consecuencias que podría traer. ”La posición de Peña es incomodísima. Luego de meses sin nuevas sanciones, las relaciones entre Paraguay y Estados Unidos parecían haberse estabilizado. Peña no quiere confrontar. Habrá que ver si Cartes se conforma con la limitada respuesta que el Ejecutivo está dispuesto a dar”, reflexiona la analista política, Julieta Heduvan. A criterio suyo, hay una línea muy fina al confrontar para poner límites en el ámbito internacional. “Paraguay no puede quebrar el vínculo con Estados Unidos, pero quiere mostrar músculo. Por eso pone la responsabilidad en un embajador que ya se va y no en el Departamento de Estado ni en las sanciones.
La situación es la misma desde el inicio del mandato de Peña, resalta: “Un tire y afloje permanente que va a seguir mientras Estados Unidos tenga a Cartes en la mira”, resalta. Lo más irónico de esto, dice ella, es que si hablamos de injerencia de Estados Unidos en la política interna de Paraguay, la reivindicación de la sanción a Tabesa sería la menos significativa de entre todas las sanciones que se han aplicado, ya que está dirigida a una empresa privada.
Tabesa es una de las 4 empresas del Grupo Cartes incorporada a la lista de la OFAC que identifica países, personas, empresas, sancionadas y sancionables de acuerdo con las leyes de EEUU. Tabesa está bloqueada para operar en el mercado financiero del país norteamericano. Al principio, porque era propiedad de Cartes, ahora, porque interpretan que sigue financiando al ex presidente.