El elegido para dar la cara fue el canciller Rubén Ramírez Lezcano, quien leyó desde Mburuvicha Róga una declaración apurada, en la que el Gobierno pide que se acelere la salida de Marc Ostfield, dos días después de la ratificación de la sanción de Estados Unidos contra Tabacalera del Este SA (Tabesa).
Este fue el tiempo en que el Gobierno de Santiago Peña aguantó la presión del cartismo sin pronunciarse. El presidente no tuvo ninguna reacción pública sobre el tema para cuidar la relación con Washington, pero no pudo escapar de las exigencias del Partido Colorado y de la empresa, que sigue ligada a Horacio Cartes.
El ministro de Relaciones Exteriores estuvo acompañado por Lea Giménez, la jefa de Gabinete, cuyo nombre sigue sonando insistentemente como candidata a embajadora en Estados Unidos.
El comunicado fue emitido luego de las reuniones que mantuvo Ramírez Lezcano. Primero, en la Cancillería con el embajador Ostfield, quien se ratificó que las sanciones son para cuidar su sistema financiero. Luego hubo otro segundo momento, con el presidente Peña.
no cuestionó sanciones. Igualmente, el Gobierno fue cauteloso, ya que no cuestionó las sanciones, sino que optó por volcar su malestar en la figura del embajador, quien en primer lugar no toma las decisiones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), y en segundo lugar, ya está de salida, debido a que recientemente fue designado en su reemplazo Gabriel Escobar.
No obstante, el pedido de acelerar el proceso de cambio no está en manos de la Casa Blanca, sino del Senado, que debe aprobar la designación.
El comunicado empieza reafirmando que Paraguay es una democracia y una República soberana, libre e independiente, como principios consagrados en la Constitución, por lo que no acepta injerencia extranjera.
“En atención a ello, la intervención directa o indirecta de cualquier Estado en los asuntos internos del Paraguay compromete la independencia y soberanía de la República. Además de transgredir principios del Derecho Internacional que rigen las relaciones entre estados con los que el Paraguay se vincula en pie de igualdad”, subraya.
Posteriormente, reivindica que cualquier sanción debe cumplir “el debido proceso y la inviolabilidad de la defensa”, en referencia a las acusaciones contra Cartes.
No obstante, aclara que no juzga las medidas, sino la forma en la que Ostfield comunicó las sanciones, en referencia a la mediatización, y en ello se centra el pedido de acelerar la salida del embajador. Sin embargo, aclara que la relación con Estados Unidos es “excelente” y que seguirán colaborando activamente.
Por lo que recibimos con desagrado la mediatización y politización de las sanciones administrativas. Rubén Ramírez Lezcano, canciller nacional.