Sin embargo, las maniobras serán limitadas y tendrán lugar muy cerca de la costa china.
China considera a Taiwán, una isla de unos 23 millones de habitantes, como una de sus provincias, que aún no ha conseguido reunificar con el resto de su territorio desde el final de la guerra civil china (1949).
El gobierno chino se opone a cualquier iniciativa que otorgue legitimidad internacional a las autoridades taiwanesas y a todo contacto oficial entre Taiwán y otros países.
Funcionarios estadounidenses visitan con frecuencia la isla, pero China considera que una visita de Pelosi, una de las funcionarias estadounidenses de más alto rango, sería una importante provocación.
En este contexto, las autoridades chinas de seguridad marítima dijeron que el sábado se realizaría un “ejercicio militar” frente a la isla de Pingtan, en la provincia china de Fujian (este), frente a Taiwán.
MUNICIÓN REAL. ”Se disparará munición real (...) entre las 08:00 y las 21:00 horas (00:00 y 13:00 GMT) y se prohibirá toda entrada” en estas aguas, según el comunicado, fechado el jueves pero del que solo se hicieron eco los medios chinos el viernes.
Pingtan es el territorio controlado por la República Popular China más cercano a Taiwán.
La zona de las maniobras del sábado está a unos 120 kilómetros de la costa taiwanesa.
RETÓRICA INNECESARIA. Estados Unidos considera “innecesaria” y “de poca utilidad” la retórica de China sobre el posible viaje a Taiwán de Pelosi, quien no ha anunciado públicamente sus planes entre rumores de que podría partir hacia Asia este mismo viernes.
En declaraciones a la prensa, uno de los portavoces de la Casa Blanca, John Kirby, criticó a China por sus amenazas en relación con el viaje a Pelosi, sobre todo, después de que el jueves el presidente estadounidense, Joe Biden, reiterara a su homólogo Xi Jinping que la política de EEUU hacia Taiwán no ha cambiado.
“Esta retórica es innecesaria y de poca utilidad. No hay razón para que se produzca esta pelea, no hay razón para que aumente la tensión física. No hay razón para eso porque no ha habido ningún cambio en la política estadounidense”, manifestó Kirby en una rueda de prensa.
El Gobierno chino dejó claro que percibe el viaje como una amenaza y, esta semana, el portavoz de la Cancillería, Zhao Lijian, avisó que el gigante asiático “responderá con firmeza” y EEUU tendrá que “asumir todas las consecuencias” que surjan de la posible visita de Pelosi.