Es la primera vez en la historia de estos premios en que el galardón más importante, el de mejor película, se reparte entre dos títulos.
El 47, una historia de héroes anónimos de la clase obrera, basada en hechos reales y dirigida por Marcel Barrena, se llevó también los Goya a mejor actor y actriz de reparto para Salva Reina y Clara Segura, dirección de producción y efectos especiales.
La infiltrada, el filme basado en la historia real de una policía que engañó a la banda terrorista ETA, se lleva también el de mejor actriz para Carolina Yuste.
El palmarés estuvo muy repartido. Segundo premio, de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez, se llevó mejor dirección, sonido y montaje. El mismo número de premios fue para La habitación de al lado de Pedro Almodóvar, que ganó mejor guion adaptado, música y fotografía.
Para La virgen roja de Paula Ortiz fueron los de vestuario y dirección artística; también se llevaron dos, canción original y mejor documental, La guitarra flamenca de Yerai Cortés de Antón Álvarez (C. Tangana).
El Goya a mejor actor protagonista fue para Eduard Fernández por Marco, película que también se lleva el premio al mejor maquillaje y peluquería, y el de mejor guion original fue a parar a Casa en llamas, dirigida por Dani de la Orden.
El 47 gira en torno a Manuel Vidal, un conductor de autobuses y sindicalista que en la Barcelona de los años 70 luchó por llevar el transporte público al barrio de Torre Baró.
Era una zona en la que se habían instalado emigrantes procedentes de las regiones de Extremadura y Andalucía, que se construyeron sus casas con sus propias manos y durante mucho tiempo carecieron de la infaestructura y servicios más básicos.
Barrena dedicó el Goya a “su gente”, su ciudad y su lengua, el catalán, y reivindicó el derecho constitucional a una vivienda digna.
La infiltrada, protagonizada por Carolina Yuste y Luis Tosar, es un thriller sobre la agente Aranzazu Berradre Marín, pseudónimo de una policía nacional que pasó ocho años infiltrada en ETA y que fue clave en la desarticulación del conocido comando Donosti.
Ha sido la segunda película española más taquillera del año, vista por 1,3 millones de espectadores en cines, solo por detrás de Padre no hay más que uno 4, de Santiago Segura.
Su productora, María Luisa Gutiérrez, dedicó el premio a mejor película a “la infiltrada real” y “a quienes arriesgan su vida por defender los principios de la democracia”, entre los que destacó la libertad de expresión.
Fuente: EFE.