Los resultados negativos del mercado laboral se reflejan en los ingresos de los hogares, ya que casi el 50 por ciento de todos los hogares de la región todavía lucha por alcanzar ingresos totales comparables a los niveles anteriores a la pandemia del Covid-19, revela el nuevo informe del Banco Mundial.
De acuerdo al estudio, estas mejoras han sido menos destacadas en Bolivia, Paraguay, Ecuador y Colombia, donde los niveles de ingresos de más del 60 por ciento de los hogares aún no muestran signos de recuperación.
La tasa de empleo muestra una recuperación en algunos países de América Latina y el Caribe, aunque en la mayoría aún se mantiene por debajo de los niveles previos a la pandemia de Covid-19. A esto se observa una caída en la calidad de los empleos disponibles, así como una disminución en el número de horas semanales de trabajo remunerado, de acuerdo con los datos de una nueva encuesta del Banco Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo ( PNUD).
El objetivo de la encuesta telefónica fue monitoreado el pulso de la región y los impactos de la pandemia en áreas importantes como el mercado laboral, los ingresos y la seguridad alimentaria; el acceso de los hogares a servicios básicos, como educación y salud (incluida la vacuna contra el Covid-19), internet, finanzas digitales; y la equidad de género.
Según los resultados, las mujeres se vieron especialmente afectados por la crisis, ya que para ellas no solo fue más fuerte el impacto inicial, sino que también la recuperación del mercado laboral fue más lenta. En especial, para las madres de niños de entre 0 y 5 años.
Cayó ocupación. Para la región en su conjunto, la tasa de empleo se ubicó en alrededor del 62%, casi 11 puntos porcentuales por debajo del nivel previo a la pandemia. El empleo formal, en tanto, cayó 5,3% en la región, el trabajo independiente creció 5,7% y la proporción de trabajadores ocupados en negocios pequeños, de hasta 4 trabajadores, aumentó 8%, lo cual muestra un deterioro en la calidad del empleo disponible.
Incluso entre la población empleada se evidencia una disminución en las horas semanales de trabajo remunerado, de 43 a 37 a nivel regional, lo cual confirma esta evolución negativa.
La encuesta que 28% de las personas que tenían un empleo antes de la pandemia lo perdieron, y más de la mitad (17% de aquellos con un trabajo antes de la pandemia) abandonaron la fuerza laboral.
Estos impactos afectaron sobre todo a las mujeres con hijos pequeños: El 40% de las trabajadoras de más de 18 años con hijos de entre 0 y 5 años perdió el empleo, en comparación con el 39% de las mujeres en general y el 18% de los hombres.
Los trabajadores (tanto hombres como mujeres) con menor nivel educativo se vieron más afectados por la pandemia. El 35% de aquellos con educación primaria o menos perdió su empleo en este período y como consecuencia de los retrocesos en el mercado laboral poco más de la mitad de los hogares en la región no lograron recuperar aún los ingresos familiares previos al Covid-19. Esto, a pesar de esfuerzos los realizados por los gobiernos a través de los programas de transferencias directas y otros beneficios implementados para ayudar a las familias. Cabe mencionar que aproximadamente 38,0% recibieron transferencias (subsidio) de emergencia.