“Pasaron cuatro intendentes que prometieron cosas, y nunca pudieron ponernos por lo menos un generador para cuando se corta la energía eléctrica. Nosotros tenemos que llamar a la ANDE, gestionar, porque necesitamos refrigerar permanentemente las mercaderías”, lamentó el vendedor.
Recordó que en abril de 1997 (hace 20 años) fue víctima de un incendio, pero en aquella ocasión no se registraron pérdidas materiales tan grandes como las de este domingo.
Así es como comprobó que desde hace dos décadas no se registraron cambios en la estructura edilicia ni en la seguridad del lugar. Les prometieron desagües, asfaltados nuevos, pero, hasta el momento, nadie cumplió.
Incluso, según comentó a la 970 AM, los mismos permisionarios construyeron salidas de emergencia, instalaron escaleras y pisos de baldosa.
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“A Don Mario Ferreiro no sé qué le está pasando, pero él tenía que estar atento porque este es un lugar de trabajo único en Paraguay, cuántas personas dependen del Mercado de Abasto”, recalcó.
Benítez, en sociedad con su hijo, son propietarios de una fiambrería que cuenta con siete puestos en el Bloque C del Mercado de Abasto. Calculó que perdió entre G. 350 y G. 400 millones por la quema de su negocio.
Por cada puesto se paga una suma mensual de G. 70.000 a la Municipalidad de Asunción.
Otros siete empleados suyos sufren también las consecuencias, muchos trabajan con él hace 20 años.
La ayuda urgente que espera es la pronta reinstalación de locales donde puedan seguir vendiendo, y la ayuda estatal para el acceso a un crédito que los ayude a recuperar la mercadería perdida y pagar en plazos.
Desde el Banco Nacional de Fomento (BNF) anunciaron que, una vez que los vendedores se organicen y sepan el total de las pérdidas sufridas, se enfocarán en otorgar créditos rápidamente para la compra de mercaderías.