La tragedia de dimensiones sin precedentes en el estado de Rio Grande do Sul ha causado al menos 149 muertes y 124 desaparecidos, según el último balance de Defensa Civil.
Más de 617.000 personas han sido evacuadas de sus hogares por las inundaciones en un total de 446 municipios, y casi 80.000 de ellas se encuentran en refugios, informaron las autoridades.
El banco de los BRICS, el grupo de economías emergentes fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, liberó un auxilio de 1.115 millones de dólares (unos 5.700 millones de reales) para Rio Grande do Sul, anunció Dilma Rousseff, presidenta de la entidad.
Los recursos serán destinados a “reconstruir la infraestructura urbana y rural” y “ayudar en la retomada de la vida de los ‘gaúchos’”, señaló la ex presidenta brasileña en un video en X.
Mientras tanto, toneladas de donaciones continúan llegando para abastecer a las decenas de miles de habitantes alojados en refugios.
En la localidad interior de Lajeado, de unos 85.000 habitantes y fuertemente impactada por la crecida del río Taquari, abundan los destrozos en medio del barro en zonas residenciales arrasadas por la corriente de agua y deslizamientos, constató un equipo de la AFP.
La destrucción enluta al estado, que deberá reconstruir buena parte de su infraestructura. Como en Canoas, cerca de la capital Porto Alegre, donde una carretera se perdió bajo las aguas marrones.
El río Guaíba, en la capital Porto Alegre, volvió a niveles históricos y este martes llegaba a 5,21 metros; se estima que podría superar el pico de 5,35 metros alcanzado el 5 de mayo.
CAMBIO CLIMÁTICO. Brasil, Indonesia, Afganistán, Kenia..., distintas partes del planeta sufren desde hace días lluvias torrenciales e inundaciones que dejan centenares de muertos y cientos de miles de desplazados y que, según han explicado a EFE expertos ambientales, se ven agravadas por el mismo factor: el cambio climático.
La responsable de clima y energía de WWF España, Mar Asunción, ha explicado que no se pueden ligar “episodios concretos” como el de Brasil exclusivamente al cambio climático porque “en los siniestros naturales influyen otras características locales”, como la deforestación y la degradación de ecosistemas, e incluso internacionales, como el calentamiento del océano Pacífico oriental ecuatorial conocido como El Niño.
Sin embargo, “lo que hace el cambio climático, y está ya más que demostrado, es convertirlos en tendencia al aumentar la frecuencia e intensidad de estos episodios extremos y esto es lo que estamos viendo” en distintas partes del planeta donde, al ser más repetitivos, su impacto es “en consecuencia mayor”.