Según la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban), los depósitos han superado a los créditos, con un crecimiento que ha permitido la creación de productos financieros destinados a necesidades antes desatendidas, lo que expande las opciones para quienes buscan financiamiento. No obstante, es importante entender las limitaciones que muchos ciudadanos enfrentan. En un país donde los ingresos medios y bajos representan una gran mayoría, el ahorro sigue siendo un esfuerzo arduo. La estabilidad económica y la capacidad de generar excedentes mensuales que se puedan destinar al ahorro están lejos de ser una realidad para muchas familias. El alza en los costos de vida, especialmente en alimentos, servicios básicos y alquiler, sigue presionando los ingresos familiares. Así, a pesar de los avances en los depósitos y en la confianza en el sistema financiero, ahorrar sigue siendo un reto para quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad económica.
Un dato interesante es que los depósitos en moneda local representan un 53% del total, mientras que el 47% restante está en dólares, lo que muestra una confianza renovada en el guaraní después de años de predominio de depósitos en dólares. Esto podría interpretarse como un paso hacia la estabilidad y la confianza en la economía local, pero no necesariamente significa que ahorrar en moneda local esté al alcance de todos. Muchos ciudadanos aún perciben que el dólar ofrece una mayor protección frente a los cambios de la economía.
Entre los tipos de depósito, se observa una preferencia por los Certificados de Depósito de Ahorro (CDA) y los ahorros a plazo, que concentran el 42% de los depósitos. Esto sugiere que los paraguayos que pueden ahorrar están buscando opciones que les generen rentabilidad a mediano y largo plazo. Pese a esto, el 44% de los depósitos sigue estando disponible a la vista, lo que indica que para una buena parte de los ahorristas existe una necesidad de mantener acceso inmediato a sus fondos, tal vez como un colchón ante emergencias.
Entonces, ¿cuáles son los verdaderos desafíos para fomentar el ahorro? Para muchas familias, el ahorro no es una cuestión de voluntad, sino de poder adquisitivo. Al no contar con ingresos suficientes, la posibilidad de separar un porcentaje para un ahorro planificado se vuelve difícil, por no decir imposible.
La creación de productos de ahorro diseñados para el ciudadano promedio y una estrategia de educación financiera adaptada a las realidades del país son piezas fundamentales para que el ahorro deje de ser un lujo y se convierta en una posibilidad real para todos. El sistema financiero y las políticas públicas deben enfocarse en brindar alternativas que se ajusten a las necesidades y limitaciones de quienes luchan día a día para cubrir lo básico. De esta manera, se puede fortalecer un hábito que puede redituar en el desarrollo de la gente.