La Alcaldía de La Paz, Bolivia, habilitó un único lugar, en un mirador de la ciudad, para la recepción de los primeros rayos del sol con una concurrencia de solo unos pocos creyentes en esos ritos, arraigados principalmente en la región occidental boliviana.
“Que como sociedad nos cuidemos de todos los efectos que nos genera la pandemia, sobre todo que podamos reconstituir el tejido social, podamos demostrar lo mejor de nuestra humanidad con la solidaridad”, mencionó el secretario de Culturas de La Paz, Andrés Zaratti, en declaraciones al canal de televisión RTP que trasmitió el acontecimiento.
Celebración con restricciones
La celebración de la llegada del Año Nuevo Andino se replicó también en El Alto, ciudad vecina de La Paz, de población mayoritariamente aimara, y en las provincias del departamento cercanas al lago Titicaca, considerado sagrado por las culturas ancestrales del país.
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La ritualidad giró en torno a una ofrenda a la Pachamama o Madre Tierra, con una hoguera a la que se ofrecen trozos de incienso, figuras multicolores que representan los deseos de los creyentes y sullus o fetos de llama, y que se alimenta con alcohol.
Ya cuando el dios Inti, como se llama el Sol, emergió de entre los cerros de la cordillera a las 7.15 hora local (11.15 GMT) los asistentes extendieron las palmas de sus manos para permitir que los rayos entreguen la nueva energía del nuevo ciclo.
Las imágenes de televisión mostraron que en varios puntos del país los rituales se desarrollaron con algunas medidas de bioseguridad como el uso de tapabocas y una asistencia moderada, sin los turistas que habitualmente llegan al país para asistir a estas ceremonias tradicionales.
“Lamentablemente este año nos ha alejado de esta forma de vivencia”, dijo el ex presidente de Bolivia Evo Morales en un contacto desde Argentina con la radio cocalera Kawsachun Coca.
Durante los casi 14 años de la presidencia de Morales se promovió la celebración del Año Nuevo Andino Amazónico, que incluso llegó a decretarse como feriado nacional, con masivas concentraciones en sitios como la ancestal Tiahuanaco, su natal Orinoca o las ruinas de Samaipata en el oriente del país.
Desde que Jeanine Áñez asumió la presidencia interina del país, en noviembre pasado, los rituales andinos que formaban parte de las actividades gubernativas de Morales fueron relegados, al mismo tiempo que se reinsertaron símbolos como el crucifijo y la Biblia.
Contagios en ascenso
En La Paz rige un “encapsulamiento” de tres días hasta el siguiente lunes, una cuarentena en la que está prohibida toda circulación de personas y vehículos como medida de evitar una escalada de contagios.
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Aparte de La Paz, varias regiones del país mantienen el confinamiento, a pesar de que desde principios de mes se levantaron algunas restricciones con la decisión del Gobierno interino de delegar a las Administraciones regionales y municipales las decisiones en medio de la emergencia sanitaria.
Bolivia reportó este sábado el número más alto de casos registrados en una jornada en el país, con más de 1.000, mientras se espera que el mayor números de contagios se produzcan entre fines de julio y principios de agosto.
Las autoridades de sanidad contabilizaron ya 740 muertes y 23.512 casos de la enfermedad desde la detección de los primeros en marzo.