El arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, dedicó unas palabras de despedida dentro del tradicional mensaje navideño a sus feligreses. En tanto, se espera la designación de un nuevo arzobispo desde el Vaticano, a nivel local resuena como principal candidato monseñor Adalberto Martínez.
Edmundo Valenzuela, actualmente con 77 años, había presentado su renuncia en coincidencia con su cumpleaños número 75, como establece el Derecho Canónico. En tanto, el papa Francisco le concedió dos años más de licencia en el cargo, plazo que se cumplió el mes pasado. Valenzuela fue obispo del Vicariato Apostólico del Chaco Paraguayo en 2006 y el 8 de noviembre del 2011 ascendió como arzobispo coadjutor. Finalmente el 6 de noviembre de 2014 asumió como arzobispo metropolitano.
En el mensaje navideño dirigido a la comunidad religiosa, Valenzuela, agradeció los años al servicio de la Iglesia, en un breve párrafo de despedida. “Agradezco estos años de servicio en la Arquidiócesis de la Santísima Asunción. Quise ser siempre un servidor, con el lema Por Cristo, al Padre, en el Espíritu Santo. Al despedirme de ustedes, sepan que los he apreciado y buscado en todos la presencia del amor de Dios”.
Potencial sucesor
El nombre de monseñor Adalberto Martínez Flores suena fuerte como el posible sucesor, si bien también se habla de monseñor Francisco Javier Pistilli, obispo de la Diócesis de Encarnación.
Ayer, consultado Adalberto sobre el tema, solo dijo que “no hay certeza al respecto”. Él es titular de la Conferencia Episcopal Paraguay (CEP) desde 2018, obispo de la Diócesis de Villarrica del Espíritu Santo, nació en Asunción el 8 de julio de 1951, tiene 71 años, y lleva 37 al servicio del sacerdocio. Y los últimos 24 de episcopado. Realizó sus estudios primarios en Coronel Oviedo, continuó su formación secundaria en Asunción y la educación en filosofía en Estados Unidos y teológica en Italia.
Martínez en su trayectoria episcopal, fue ordenado obispo titular de Tatilti, como auxiliar de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción el 8 de noviembre de 1997. El 18 de mayo de 2000 fue trasladado a la neo-erigida Diócesis de San Lorenzo. El 19 de febrero del 2007 fue nombrado obispo de la Diócesis de San Pedro; y el 14 de marzo de 2012 fue trasladado al Ordinariato Militar, como obispo de la Fuerzas Armadas de la Nación y de la Policía Nacional, hasta el 2018. Posteriormente, continúa como cabeza de la última, pero como administrador apostólico.
El 23 de junio, mediante un comunicado de la Santa Sede, fue nombrado como obispo titular de la Diócesis de Villarrica del Espíritu Santo y el 16 de setiembre tomó posesión canónica de la misma.
