Los restos de Diego Armando Maradona, que murió el 25 de noviembre de 2020 a los 60 años, descansan en Jardín Bella Vista, un cementerio privado de la localidad de Bella Vista, perteneciente al municipio de San Miguel, de la provincia de Buenos Aires.
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A pocos metros del ingreso al cementerio se ve un mural con la frase “Aquí descansa D10S”, junto a una imagen de un joven Maradona futbolista, de espaldas, con la camiseta argentina y la cinta de capitán en el brazo izquierdo.
Desde que el astro del fútbol fue enterrado en esta zona, las calles aledañas se llenaron de murales del campeón del mundo con Argentina en México 1986.
En la mayoría aparece el propio Maradona, pero en muchos otros solo se ve una Copa del Mundo o el número 10.
Los sentimientos son muchos
El artista plástico y vecino de la zona Damián Díaz, cuyo nombre artístico es Damián Ferro, es el autor de varios de esos murales y, en diálogo con Efe, aseguró que el barrio vivió una “revolución grande” desde que Maradona fue enterrado allí, a metros de doña Tota (Salva Salvadora Franco) y don Diego (Diego Maradona), los padres del ídolo.
“Venía con poco trabajo: cuadritos, remeras, y cuando vino Maradona me encargaron muchos murales. Los sentimientos son muchos, tenerlo a Diego en el barrio es muy importante. De todos los lugares que podría haber estado, tenerlo cerquita de mi casa y en el barrio en el que vivo es muy lindo, pero a la vez es un poco triste”, sostuvo.
“Cuando pasó lo de Maradona hubo una revolución grande acá en el barrio. Este barrio no era tan conocido, yo tengo a mi madre en el mismo cementerio donde está él, traerlo a Maradona le dio una reforma a los negocios, todo lo que es comercial, en el cementerio mismo”, añadió.
Díaz le regaló un mural de Maradona a la peluquería Pablín, que está a pocos metros de la entrada del cementerio.
“Le dije al dueño que iba a atraer clientes porque iba a ser un lugar único, emblemático y con un clima que no tienen todas las barberías”, explicó.
Este vecino y artista también contó que la mayoría de los que ingresan al cementerio a ver a sus familiares “lo primero que hacen es buscar” la zona en la que está enterrado el ex futbolista.
“Pero no podés pasar porque hay un policía custodiando esa parte. Le da un emblema a este barrio, lo hace único. Las inmobiliarias han cambiado los precios para estar más cerca de Maradona a la hora de vender los terrenos. Eso implica lo que fue Maradona acá, le dio mucha alegría al barrio, cambió mucho”, indicó.
Díaz utilizó el arte para “cambiar” el llanto y el dolor de la muerte de Maradona por “alegría”.
“La gente se junta en esa esquina a charlar, hay anécdotas y alegría. Era tristeza, ahora ese mural trae alegría. Todos los que pasan se sacan fotos. Para mí, eso es gratificante”, concluyó.
Un impulso laboral
Néstor Fabián Castillo trabaja desde hace dos años a pocas cuadras del cementerio vendiendo el tradicional asado argentino, que prepara en una pequeña parrilla al aire libre.
“Desde hace ocho meses que pasó lo de Diego, en lo laboral, podemos ver un cambio en el barrio, en la zona”, contó a Efe.
“Estamos acá, lo tenemos cerca, le hemos llevado comida a la gente que cuida ese sector. En lo laboral alentó muchísimo a toda la zona. La gente viene y pregunta si está ahí, es algo que revolucionó la zona”, explicó.
Para Castillo, la presencia de Maradona “cambió totalmente” el barrio.
“Los vecinos pasan y se sacan fotos en los murales y paran a comer. Es algo más que Maradona nos está dando, una alegría más”, dijo.
Liliana Pezz, una vecina de la zona que pasó a metros del cementerio, le dijo a Efe que “Diego significa un montón para el barrio”.
“En todos lados es un antes y un después, no solamente en este barrio en el que él descansa en paz, sino en todos los lugares. Sea Capital Federal o en las provincias. Como se dice, Diego no murió, Diego está vivo y está en el corazón de cada uno de todos nosotros, por siempre y para siempre”, concluyó.