Dicha disposición empezará a regir desde el 25 de julio de este año, de manera gradual. En el caso de pagos con tarjetas de crédito el tope de las comisiones bajará de 5% a 4% y en las de débito se mantendrá en 3%, mientras que desde julio del 2026 las comisiones para tarjetas de crédito se reducirán a 3% y de débito a 2%.
De acuerdo con el comunicado oficial del BCP, la decisión se fundamenta en el análisis técnico que llevaron a cabo la Subgerencia General de Operaciones Financieras y la Superintendencia de Bancos sobre el porcentaje máximo de las comisiones percibidas por las operadoras y los emisores sobre el total del valor cobrado a los comercios adheridos, en concepto de prestación de servicios de intermediación de pago, realizados a través de tarjetas de crédito y débito.
Es importante destacar que dicha resolución está dirigida a los emisores y las operadoras que prestan servicios de intermediación en los pagos electrónicos con tarjetas de crédito y débito, así como a aquellas entidades que participen en cualquier etapa del proceso de intermediación de dichos pagos, sin distinción de los medios utilizados ni de las funciones que desempeñen dentro de dicho proceso, como, por ejemplo, el sistema de pagos PIX, que no está incluido en el actual régimen.
La banca matriz afirmó que su principal interés es arbitrar los mecanismos idóneos para incentivar la utilización eficiente de las tarjetas de crédito y débito, ya que las mismas constituyen medios de pago que sustituyen al dinero en efectivo, siempre velando por un adecuado marco de protección al consumidor financiero.
Este es un punto de reclamo por parte de los comercios desde hace tiempo, ya que varios de ellos aplicaban como recargo el porcentaje de las comisiones al consumidor final. Otros comercios optaban por cobrar vía transferencia bancaria para eludir el pago de dicha comisión.
Efectos positivos. El BCP destacó que la reducción del porcentaje máximo de estas comisiones traerá efectos positivos en distintos niveles, como el fomento del uso de medios electrónicos de pago, reduciendo el uso del dinero físico en el mercado y promoviendo los pagos electrónicos.
Además, dará un impulso a la inclusión financiera al facilitar el acceso a servicios bancarios a los comercios y más sectores de la población en general, según el comunicado del BCP.
Señala que también dará mayor competitividad y formalización, impulsando la diversificación de opciones de pago y fomentando el uso de pagos electrónicos gracias a la reducción de comisiones. “Esto contribuye a la transparencia en las transacciones comerciales y a la formalización del sector”, destacó la banca matriz.