- EFE y AFP
- MADRID/WASHINGTON
El “boom” de los chatbots (robots de conversación) ha empujado a las grandes tecnológicas a una nueva carrera competitiva, con EEUU y China a la cabeza, en un mercado como el de la inteligencia artificial (IA) que se ha popularizado con la irrupción del sistema ChatGPT y en el que se juegan millones de usuarios.
EEUU y China lideran las inversiones de capital riesgo en IA en los países de la OCDE; de los algo más de 120.000 millones de dólares (112.186 millones de euros) que se destinaron en 2022, en torno a 55.000 millones procedieron de Estados Unidos y 20.000 del gigante asiático.
En tercer lugar, se situó la Unión Europea, con 12.000 millones de dólares, según datos del observatorio de IA de la OCDE, a los que tuvo acceso EFE.
En un 2023 en el que los despidos de las grandes tecnológicas superan ya los 100.000 empleados, estas compañías se han sumergido de lleno en los ChatGPT, una carrera en la que esta semana entraron de lleno las chinas Alibabá y Baidu, así como las estadounidenses Alphabet y Microsoft.
MILLONES Y MILLONES DE USUARIOS YA LO UTILIZAN ChatGPT usa un tipo de algoritmo (Generative Pre-trained Transformer) que trabaja sobre la base de 300.000 millones de palabras y 570 GB (gigabytes) de registros de datos.
Esto le permite generar respuestas en un chat, devolver búsquedas de información de viva voz y un sinfín de aplicaciones de altísimo impacto, explicó Alberto Palomo, jefe de la oficina de datos para España, a EFE.
“La materia prima de estos algoritmos o robots chats está en los datos y es una aplicación clara de cómo sacar valor a los mismos”, añadió.
Millones y millones de usuarios ya se han dado de alta en ChatGPT, que irrumpió a finales de noviembre pasado y utiliza un lenguaje natural altamente avanzado.
Este potencial puede impactar en servicios como el de la atención al cliente o de gestión de los datos, indicó a EFE Daniel Palacios, consultor de innovación de Softtek, empresa mexicana dedicada al desarrollo de software.
OpenAI es la compañía tecnológica responsable de ChatGPT, en la que Microsoft invirtió en julio 1.000 millones de euros (1.070 millones de dólares), a los que quiere sumar otros 10.000 millones (10.700 millones de dólares) anunciados recientemente.
Esta misma semana esta compañía informó que su buscador Bing contará con una versión que usa la IA del ChatGPT.
Google, por su parte, ha lanzado algo similar, Bard; y Baidu (el “google” chino) prevé hacer lo propio en marzo con Ernie Bot, mientras que el principal rival de esta última en el sector de los motores de búsqueda, la compañía 360, sacará una aplicación de este tipo “lo antes posible”.
En 2023 las tendencias en IA apuntan a un desarrollo más importante todavía, hasta el punto de que se espera una nueva versión de GPT, GPT-4, que sería hasta 500 veces más potente.
El foco se pondrá en la generación de modelos de lenguaje natural sumados a la generación de video y “humanos” digitales, informan fuentes de Wehumans, compañía española especializada en el desarrollo de “humanos digitales” entrenados con IA.
Esta semana, el sistema de inteligencia artificial ChatGPT obtuvo resultados de aprobado o casi aprobado en el examen para obtener la licencia médica en Estados Unidos, según un estudio publicado el jueves último.
“Alcanzar la puntuación de aprobado en este examen de expertos notoriamente difícil, y hacerlo sin ningún refuerzo humano, marca un hito notable en la maduración de la IA (Inteligencia Artificial) clínica”, señalan los autores del estudio publicado en la revista PLOS Digital Health.
“Estos resultados sugieren que los grandes modelos lingüísticos pueden ayudar en la educación médica y, potencialmente, en la toma de decisiones clínicas”, añadieron los investigadores.
ChatGPT, que es capaz de producir ensayos, poemas y códigos de programación en cuestión de segundos, fue desarrollado por OpenAI, una startup con sede en California fundada en 2015 con financiación inicial de Elon Musk, entre otros.