Tras la confirmación inicial de un caso en la provincia de Kié-Ntem, en el noreste de la región continental del país, se sumaron ocho más en las últimas semanas.
Todos los nuevos contagios confirmados se produjeron también en el territorio continental: “dos fueron detectados en la provincia de Kié-Ntem, cuatro en el Litoral (oeste) y dos en el Centro Sur (centro)”, señaló en un comunicado la OMS.
“Las áreas donde se han reportado casos están a una distancia de unos 150 kilómetros, lo que sugiere una transmisión más amplia del virus”, añadió.
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Según la organización, “la amplia distribución geográfica de los casos y los vínculos epidemiológicos inciertos en la provincia Centro Sur sugieren el potencial de propagación comunitaria no detectada del virus”.
De los fallecimientos registrados hasta el momento, siete son confirmados y veinte probables.
“Se están llevando a cabo investigaciones epidemiológicas exhaustivas para determinar el origen del brote”, afirmó la OMS, al advertir que las tres provincias afectadas “tienen fronteras internacionales con Camerún y Gabón”.
“Los movimientos transfronterizos de población son frecuentes y las fronteras son muy porosas. Aunque no se han notificado casos (...) fuera de Guinea Ecuatorial, no se puede descartar el riesgo de propagación internacional”, concluyó.
Esta semana, Tanzania declaró su primer brote de esta enfermedad con al menos ocho casos confirmados en el noreste del país y cinco muertos, pero las autoridades no han conectado esa epidemia con la de Guinea Ecuatorial.
La de Marburgo es una fiebre hemorrágica viral altamente infecciosa de la misma familia que la más conocida enfermedad del virus del Ébola.
El brote más reciente de esta enfermedad se detectó en Ghana en 2022 (tres infecciones confirmadas), y antes hubo casos en Guinea-Conakri (2021), Uganda (2017, 2014, 2012 y 2007), Angola (2004-2005), la República Democrática del Congo (1998 y 2000), Kenia (1990, 1987 y 1980) y Sudáfrica (1975).
Es tan mortífera como la del ébola y se estima que en África ha causado la muerte de más de 3.500 personas.
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Al igual que el ébola, ese virus provoca hemorragias repentinas y puede producir la muerte en pocos días, con un período de incubación de 2 a 21 días y una tasa de mortalidad de hasta el 88 %.
Los murciélagos de la fruta son los huéspedes naturales de este virus, que cuando es transmitido a los humanos puede ser contagiado mediante contacto directo con fluidos como la sangre, saliva, vómitos u orina.
La enfermedad, para la que no hay vacuna ni tratamiento específico, fue detectada en 1967 en la ciudad alemana de Marburgo -origen de su nombre- por técnicos de laboratorio que resultaron infectados cuando investigaban a monos traídos de Uganda.