El tiempo libre son esas cinco o seis horas cuando duermes por la noche, decía George Allen, y el sueño no solo es un “tiempo libre”, sino que es indispensable para el desarrollo de la salud física y mental.
Mucho se habla sobre cuál es la cantidad necesaria de sueño para lograr un buen descanso, y esto debido a que las horas de sueño varían bastante. Un recién nacido debe dormir de 14 a 16 horas al día, mientras que un adulto mayor solo de 7 a 8 horas. Es sustancial que desde pequeños tengamos hábitos de sueño para que a medida que crecemos, nuestra salud no se vea deteriorada.
LOS NIÑOS
En los niños y adolescentes el parámetro de sueño que deben tener es como mínimo 8 horas, esto para que puedan desarrollar una vida sana y saludable. Son muchos los problemas que pueden desarrollar los más pequeños si no descansan lo suficiente, entre ellos el trastorno de aprendizaje y un mal rendimiento escolar.
“El buen sueño es impresionable en los niños desde el comienzo, pues se ha comprobado que quienes tienen una buena disciplina desde chicos en sus horas y momentos del sueño, tienen mejor rendimiento escolar y óptimo desarrollo neurológico, lo cual se proyecta para su buen futuro intelectual”, comenta el Dr. Ricardo Iramain, profesor titular de Pediatría de la Facultad de Medicina UNA.
BUENOS HÁBITOS
El profesional comenta que para lograr que los niños tengan buen descanso, los padres deben crear hábitos buenos para el descanso, es sumamente importante que en esto los adultos sean responsables y desde pequeños les inculquen una rutina de sueño. “A veces, los padres dicen: ‘Mi hijo no quiere dormir temprano, doctor’, eso no debe existir, los padres son los responsables en definir el horario, todo niño debe estar acostado a las 9 pm en su cuarto; sobre todo en etapa escolar”, agrega.
Estos hábitos se deben ir formando en los peques desde los 1 año de edad. ¿Cómo lograrlo?, es la pregunta y uno de los puntos principales es evitar la televisión. “Antes de ir a la cama evitar que los niños hayan visto programa de tevé con violencia, porque esto puede generar insomnio. Tampoco deben tener televisión los niños en la habitación”, indica el Dr. Iramain.
EL SUEÑO DE LOS ADULTOS
Así como para los niños es importante descansar bien, para los adultos, que viven con más responsabilidades y adrenalina su día a día, es de vida o muerte. Según los expertos, necesitamos dormir para darles tiempo a nuestro cuerpo y cerebro a recuperarse de todo el estrés que se acumula durante el día. “Si descansamos bien, tenemos mejor desempeño, nuestras decisiones pueden ser mejores, nos mantenemos más alertas, optimistas, nos relacionamos mejor con la familia y nuestro entorno laboral o social, además que fortalece nuestro sistema inmune, entonces ayuda a combatir enfermedades”, comentan.
“Se recomienda entre 7 y 8 horas de sueño por la noche, para mantener una buena salud, y para un mejor funcionamiento mental. Cada persona sabe de sus necesidades, pero es el rango más aceptable, porque –como dijimos– damos tiempo a una mejor recuperación del estrés”, dice la Dra. Rosa Benítez.
Como es bien sabido la falta de sueño puede afectar a los adultos en muchos ámbitos y al desempeño diario de sus funciones, y esto puede provocar accidentes involuntarios que afectan a terceros.
“Por fatiga se han asociado diferentes tipos de accidentes por errores al que pueden llevar el cansancio excesivo, como errores médicos, accidentes automovilísticos, aéreos, manejo de grandes maquinarias, etc.”, explica la médica.
CAUSA DE ENFERMEDADES
En lo que respecta a la salud, uno de los más afectados por la falta de un buen descanso es el cerebro. “Si no se repone, puede disminuir en sus funciones básicas, como la memoria, concentración, humor y reacciones violentas”, agrega.
En cuanto a nuestro cuerpo, este se puede manifestar con diversas enfermedades, tales como la diabetes por mal manejo de los niveles de azúcar en sangre; cardiopatías, por presión arterial elevada; obesidad, porque la falta de sueño conlleva al consumo excesivo de calorías y azucares; infecciones por disminución del sistema inmunitario; y en salud mental pueden empeorar los síntomas de la depresión y ansiedad.
“El descanso es esencial y vital para nuestro organismo y el ritmo de vida de cada uno puede determinar la calidad y cantidad de sueño y descanso necesario para enfrentar el duro trajinar diario”, refiere la profesional.
HÁBITOS A TENER EN CUENTA
Para la doctora Benítez es clave acostumbrar a nuestro organismo a cumplir ciertas normas llegada la noche, para lograr un descanso reparador que ayude al cuerpo y la mente a estar en armonía. En primer lugar, recomienda establecer un horario para acostarse y levantarse. Aunque parezca misión imposible, evitar tener dispositivos electrónicos cerca, ya sea la televisión, celular o computadoras; es una buena técnica además, para que el cerebro entienda que es la hora de dormir, mantener las luces apagadas y un baño antes de acostarse, que también ayuda a disminuir las tensiones del día. Otra recomendación de la profesional es practicar respiración lenta, que ayuda mucho a relajar el cuerpo y descansar de buena manera. “Practicar técnicas de relajación, como el 4-7-8, creada por el Dr. Andrew Weil, que consiste en una respiración diafragmática, llena de aire la zona baja de los pulmones para captar mejor el oxígeno; yo la practico”, añade la profesional.
Los pasos para esta técnica son: cerrar la boca e inhalar el aire a través de la nariz. Cuenta hasta cuatro y luego aguanta la respiración durante siete segundos, y, por último, expirar completamente el aire de los pulmones durante ocho segundos; esto se puede repetir 3 a 4 veces, recomienda.
El ejercicio antes de dormir, consumir bebidas estimulantes y cenas pesadas también se deben evitar para lograr un descanso reparador.